martes, diciembre 27, 2005

Crimen ferpecto


Director: Alex de la IglesiaGuión: Jorge Guerricaechevarría y Alex de la IglesiaInterpretes: Guillermo Toledo RAFAEL, Mónica Cervera LOURDES, Luis Varela DON ANTONIO, Enrique Villén INSPECTOR CAMPOY,Fernando Tejero ALONSOKira Miró ROXANNE

“La vida es absurda, estúpida y desagradable” esta frase, que sale de boca del protagonista de la última película de Alex de la Iglesia sintetiza la manera de ver el mundo de este particular director español. En sus películas el humor negro, la exageración, lo absurdo y efectivamente, la estupidez están a la orden del día. Al igual que en El día de la bestia, en Crimen ferpecto un hombre tiene una misión en apariencia absurda, en la primera un cura se propone encontrar al anticristo que está por nacer (lo sabe porque ha descifrado el Apocalipsis); en esta última película Rafael está decidido a convertirse en jefe de planta del almacén por departamentos en el que vino al mundo (literal, su madre lo tuvo allí) y en el que trabaja hace años. “Pasaré toda mi vida aquí” murmura con decisión… Él es el mejor vendedor que ha existido en la sección de mujeres, galante, decidido, reina en su pequeña sección. Aspira, en esencia a vivir como en un centro comercial en el que todo está ordenado, pulcro, huele bien y, en esencia, está perfecto. Las cosas parecen funcionar hasta que termina matando accidentalmente al único que estaba entorpeciendo la realización de su sueño. La trama se complica cuando Lourdes, la único testigo del incidente, decide convertirse en sus cómplice con tal de poder chantajear a ese hombre que ha deseado durante años y que nunca la ha querido por ser fea.
He de decir que la primera media hora es francamente inolvidable. El ritmo ágil, la narración en off, las tomas rápidas; es un deleite de cinismo y crítica. Ahí esta el hombre prisionero de sus sueños “sé cuál es el auto que quiero, la casa que quiero” reinando en su pequeña parcela de mundo creyéndose ganador y después abocado al infierno de lo absurdo.
A mi parecer la película pierde ritmo hacia el final, o mejor aún, entra ya de grueso en el delirio absoluto (eso no está mal pero el personaje del fantasma conciencia no me gustó mucho). Algo similar, aunque mejor logrado, ocurre en El día de la bestia tras que los personajes ingieren LSD. En este caso Rafael ha pasado de la depresión a la neurosis y de ahí a la locura. Atrapado en la red de Lourdes , hasta se ha casado con ella, intenta, en medio del delirio idear la manera de deshacerse de su esposa sicópata, necesita un plan perfecto, sin fisuras. Mientras tanto desfilan los integrantes de la familia de Lourdes, especimenes propios de la fauna del director: la hermana de 8 años que asegura testar embarazada y tener SIDA, el padre que vive dormido. Mención aparte merece la inclusión de shows televisivos con los que el director realiza una sátira a ciertos programas, en El día de la bestia lo había hecho con un programa de misterios al que llamó “Mas allá de lo imposible”, y transmitía en vivo, por ejemplo, un exorcismo a un niño. En este caso será el programa en el que las novias van a pedirles a sus novios, en vivo, que se casen con ellas “tranquilo, piénselo, solo lo están mirando seis millones de televidentes.”
Al final, hay una fisura, el crimen no es perfecto sino ferpecto como lo es la realidad misma… Una película, lejos del humor tradicional, para divertirse un buen rato y mirar, con otros ojos, las vitrinas del centro comercial.

viernes, diciembre 23, 2005

La mujer de mi vida

Director: Dover Kosashvili

El título de esta película no deja de ser irónico después de haberla visto. La historia es sencilla, Doobie, al parecer, ha encontrado a la mujer de su vida, para su mala suerte no es ninguna de las cientos de candidatas que su mamá insiste en presentarle a ver si al fin consigue organizar a ese hijo de treinta y un años que insiste en ser soltero. Doobie estudió humanidades y prepara su doctorado pero que esto no engañe al lector, este soltero que parece tan independiente no es más que "un hijo de mami", que vive de sus padres y accede sin mayores enfrentamientos a los requerimientos de su tradicional familia judía. Su problema es que lleva meses enamorado de una mujer unos años mayor que él, divorciada y con una hija que jamás, él lo sabe, será aceptada por su familia. Ricardo Silva insiste en su reseña sobre esta película en la verosímil escena de sexo que hay en ella, es cierto, allí está, sin complicadas maniobras, una emotiva escena, creíble y sentida, percibimos el amor y complicidad en medio de ese acto intimo en el que no faltan las risas y las torpezas. Sin embargo, que este amor llegue a feliz término requiere que Doobie decida asumir su vida por sí mismo, se necesita que este personaje decida convertirse en hombre y asumir con valentía su amor. No es posible, este niño no puede hacerlo. La película nos lleva lentamente a deducirlo, no solo la escena de sexo nos impacta, las peleas también. Diálogos vacíos, silencios largos, miradas reprobatorias el ambiente cargado.
La escena entre la madre y la divorciada tras la terrible irrupción de la familia de Doobie entre los dos, es más que una reconciliación entre dos mujeres. En ese breve momento consiguen comunicarse y entenderse cada una desde su posición. La primera entenderá la farsa que ha querido creer para preservar su matrimonio y sabrá que el verdadero amor, de una u otra manera, le ha sido vetado para siempre. Sabrá también que en su afán de casar a su hijo de una buena manera lo ha alejado para siempre de una mujer decidida y capaz. La segunda aceptará que desea a su lado a un hombre y que lo que ese temeroso niño tiene para ofrecerle no le interesa más,
se asume sola junto a su hija en una sociedad donde aquello, de por sí, es un acto de osadía.
Los hombres, mientras tanto, asumen el papel otorgado por las mujeres y
con profunda rabia contemplamos la caída del impotente Doobie y la
aceptación de un destino que él no escogió para sí. No nos duele que
la pierda, no la merecía.

Reseña Contra la pared

Dirección y guión: Fatih Akin. País: Alemania. Interpretación: Birol Ünel (Cahit), Sibel Kekilli (Sibel), Catrin Striebeck (Maren), Güven Kiraç (Seref), Meltem Cumbul (Selma), Cem Akin (Yilmaz Güner), Aysel Iscan (Birsen Güner), Demir Gökgöl (Yunus Güner), Stefan Gebelhoff (Nico), Hermann Lause (Dr. Schiller

El amor tiene caminos insospechados. Eso es lo que uno piensa durante los primeros minutos de Contra la pared. Allí están los dos personajes principales Sibell y Cahit recluidos en una clínica siquiátrica tras frustrados intentos de suicidio. Sibell es joven y decidida y ve enCahit, al que la vida hace rato dejó de importarle, una vía de escape. Ella lo reconoce en medio de los demás pacientes y decide que sólo él,ese vago alcohólico podrá rescatarla del destino amargo que vive juntoa su familia. La muerte ya no es una posibilidad para ella, elmatrimonio, intuye, podrá alejarla de su familia y su yugo opresor sincausarles más vergüenzas a sus padres y hermano. Se sabe que cuando a una mujer se le mete una idea en la cabeza después es difícil hacerla cambiar de parecer. Cahit accede a tan extraña petición por diversas razones, por un lado no tiene nada que perder, qué mas da si hace tiempo es más un muerto en vida que otra cosa y por otro lado, es difícil negarse después de que Sibelll, ante su primera negativa, se corta las venas frente a él. A Cahit ya no le importa su propia vida pero no quiere ser responsable de la muerte de esa joven muchacha. La convivencia, se supone, será un pacto de amigos. Cahit pedirá su mano de manera formal, accederá a todas las formalidades del matrimonio y ya en la fiesta vemos el proceso de trasformación que empezará a efectuarse en él cuando lo vemos festejar feliz, libre por un rato de esa amargura que se le ha metido por dentro, al lado de su nuevaesposa. El intercambio, de momento parece justo, Cahit tendrá, por cuenta de Sibell, un apartamento limpio y ordenado, comida deliciosa y la joven esposa habrá ganado, al fin, su libertad tan deseada. Las actuaciones son contundentes y el ritmo de la película se mantiene sin quiebres. Cada cierto tiempo la acción es interrumpida por la aparición de un grupo de música tradicional y que funciona como el coro de las tragedias griegas. Ese coro nos adelanta el surgimiento del amor y el inicio de la tragedia. Mientras un personaje encuentra la redención, la película nos da indicios de la trágica muerte de la anterior esposa de Cahit, otro se perderá en el frenesí de la libertad adquirida. Nota aparte merecen las escenas de sexo en la película que, de manera significativa, muestran la evolución de los personajes y el amor del amor. El director se apoya completamente en sus dos personajes y junto con ellos recorremos caminos oscuros y dolorosos, sobre todo junto a Sibell y la drástica transformación que sufrirá.
La película es triste y dolorosa…. Duele la imposibilidad del amor. Sin embargo, sabemos que solo un amor profundo podía sanar las heridasque cargan estos dos personajes y darles la posibilidad de seguirviviendo. Tras estar "contra la pared" el amor llegó a devolverles su lugar en el mundo y otorgarles una razón para respirar por sí mismos más allá de los parámetros sociales y de los viejos dolores; no siempre se puede estar junto a aquel que se ama, no es justo pero quién dijo que la vida lo era...

miércoles, diciembre 21, 2005

Carta al Niño Dios



Siguiendo la buena idea de María Paula me dispongo a realizar mi carta para estas fechas....

Lo cierto es que he perdido la costumbre y, hasta debo confesar, me he vuelto una persona un tanto desagradable para compartir estas festividades. No me resigno fácil a no encontrar regalos encima de mi cama el 25 y, sobre todo, no me resigno a que mi vida sea tan diferente a la que era antes, que la gente que compartía conmigo estas fechas ya no esté.
No es momento para nostalgias porque precisamente lo que quisiera este año, Niño Dios, de ser posible, es regocijarme con lo nuevo y aceptarlo y asumirlo con plenitud.
Pero pasemos a deseos más concretos, quisiera pedirte una corona... he decidido que deseo ser reina y reinar en mis dominios. Eso significa muchas cosas, no tener temor de asumir decisiones porque la reina está segura de quién es y de lo que desea. La reina ha desterrado los temores de su corazón y no solo pide si no que recibe a manos llenas.
Me aburrí de mendigar amor, la reina, ya coronada, espera ser tratada como tal. Sentada en mi nuevo trono estoy dispuesta a dar pero, para variar, espero recibir.
Otórgame, también Niño Dios, la dicha de albergar alegría en mi corazón, de desterrar las sombras que me quitan la respiración por las noches y los temores al olvido y la soledad.
Aleja de mí el dolor en el pecho y la mirada lejana. Permíteme estar siempre aquí, en el presente, no divagando sobre lo que ya pasó y lo que de pronto será.
Quiero que mis pensamientos más recurrentes sean míos, sobre mis deseos y anhelos...
Dame la gracia de estar con mis hijas liviana y alegre, dispuesta siempre al juego y al goce de tenerlas, por ahora, junto a mí.
Dame el gusto de sentirme ganadora, de sentirme satisfecha, de creer que tengo todo lo que deseo, de que me amen como yo quiero, de que me vean sin tener que hacer esfuerzos para ello.

Niño Dios, otórgame la corona, limpia mis lágrimas..... déjame reinar

martes, noviembre 08, 2005

De regreso...


En estos días estuve pensando en Cesar Pavesse quien realizó un mapa negro de la ciudad en la que vivía. ¿Qué significa eso? Bueno, imaginense pegar en su cuarto un mapa e ir señalando, permanente y metódicamente, con un punto negro todos los lugares donde les ha ocurrido algo desagradable.... Aquí perdí un libro, aquí Pedro me dijo que no me amaba, en esa esquina me humillaron, en este parque me sentí miserable... Claro, quizás sería más productivo elaborar un mapa feliz de la ciudad pero eso es otra historia, a veces, solo queremos ver lo malo y pensar en negativo.. no está mal, supongo, si es solo por un rato, un invierno largo del cual se regresa para contemplar la vida , esta vez, con lentes color rosa.
Pavesse, antes de suicidarse escribió en su diario: No más palabras. Ahí está todo, ya no necesitaba el lenguaje para comunicar, ni pensar nada más. Después de días de rumiar su desazón y tristeza en la habitación de un hotel finalmente sintió que podía morir tranquilo. Hay suicidios así, métodicos, pensados, con la conciencia clara de que ya no hay nada más para decir, ni pensar. Quiero imaginarme que las últimas horas de Pavesse trascurriern en calma, que se fumó un cigarro mientras miraba por la ventana y que sintió que ese era un buen día para morir, sin miedo, sin ataduras.
Pienso en todo esto después de varios días de estar leyendo los poemas de Raul Gómez Jattín, poeta colombiano nacido en Cereté. Sus poemas sencillos y contundentes han sido una revelación por estos días. Los he compartido con mis alumnos adolescentes y a unos cuantos la vida tumultosa de este costeño los ha tocado. Les impresiona, como a mí, la firmeza al escoger un destino y entregarse a él. En algun momento Raúl Gómez decidió asumirse como poeta, alejado de cualquier pretensión de tener una vida normal o de adquirir bienes; sobrevivía dolorosamente entre la escritura de versos y los desenfrenos que le producían una particular condición sicológica agravada por el uso de estimulantes y drogas alucinógenas. Raúl divaga, sus poemas dolorosos emergen mientras el sale de una clínica siquiatrica para ingresar a un pabellón de salud mental. Duerme en la calle y después va e insulta a algún amigo que no ha querido abrirle la puerta tras hospedarlo durante quince días. Raúl murió atropellado por una buseta. Algunos dicen que fue un accidente, una tragedia ocurrida en medio de alguna alucinación; no era la primera vez que Raúl salía a la calle a torear automóviles. Otros dicen que quería morir, que buscó adrede terminar con su dolor y sufrimiento bajo las ruedas de ese bus.... supongo que nunca se sabrá la verdad, quizás ni importe. En lo dos casos se sentía solo y desesperanzado, vivió una vida plena a su manera pero fue más el sufrimiento que el gozo, al final, lo que subsiste es su poesía y quería hoy, tras invernar durante varios días reacomodando mis palabras, reaparecer en este espacio y dejar aquí algunas poesías de este poeta.....

Canción del Amor Sincero

Prometo no amarte eternamente,
ni serte fiel hasta la muerte,
ni caminar tomados de la mano,
ni colmarte de rosas,
ni besarte apasionadamente siempre.
Juro que habrá tristezas,
habrá problemas y discusiones
y miraré a otras mujeres
vos mirarás a otros hombres
juro que no eres mi todo
ni mi cielo, ni mi única razón de vivir,
aunque te extraño a veces.
Prometo no desearte siempre
a veces me cansaré de tu sexo
vos te cansarás del mío
y tu cabello en algunas ocasiones
se hará fastidioso en mi cara
Juro que habrá momentos
en que sentiremos un odio mutuo,
desearemos terminar todo y
quizás lo terminaremos,
mas te digo que nos amaremos
construiremos, compartiremos.
¿Ahora si podrás creerme que te amo?

Yo tengo para ti mi buen amigo...

Yo tengo para ti mi buen amigo
un corazón de mango del Sinú
oloroso
genuino
amable y tierno
(mi resto es una llaga
una tierra de nadie
una pedrada
un abrir y cerrar de ojos
en noche ajena
unas manos que asesinan fantasmas)
Y un consejo
no te encuentres conmigo

De lo que soy

En este cuerpo
en el cual la vida ya anochece
vivo yo
Vientre blando y cabeza calva
Pocos dientes
Y yo adentro
como un condenado
Estoy adentro y estoy enamorado
y estoy viejo
Descifro mi dolor con la poesía
y el resultado es especialmente doloroso
voces que anuncian: ahí vienen tus angustias
Voces quebrada: ya pasaron tus días
La poesía es la única compañera
acóstumbrate a sus cuchillos
que es la única

jueves, septiembre 22, 2005

Transiciones

Hace días Carolina Alonso en su blog reflexionó sobre los puntos de giro. Sé que ahora yo estoy en uno de esos puntos, el camino que conocía ha cambiado o , más sútil pero igual de cierto, yo he cambiado y el camino ya no se ve igual. Quiero pensar que yo determino los pasos que doy, que cada vez son más mis pasos y que los zapatos prestados los he devuelto, que los caminos que recorro ahora los he escogido y no me han sido impuestos, quiero creerlo pero no termino por estar convencida. Por alguna razón he escogido caminar junto a otros, enseñar para mí es eso, vivo rodeada de estudiantes, de miradas que todos los días tienen algo para decirme: me juzgan, me acompañan, me inquietan, me escuchan.... Es dificil explicar la multitud de sensaciones que se tienen en una hora de clase y más con adolescentes, lo único que se me ocurre en este momento es pensar que en 50 minutos logran condensarse todas las emociones. Las clases son grandes organismos los 20 alumnos terminan por hermandarse y construir una unidad que se relaciona con el profesor. Hay grupos que te quieren, que se adaptan rápido a tu personalidad, que entienden lo que dices, lo que quieres decir y lo que no alcanzas a decir. Son miradas que vibran contigo, corazones que te escuchan. Hay grupos hostiles que se debaten entre castigarte por estar ahí, representando una autoridad que quisieran derrocar, o ignorarte un poco... Todos los días, de una u otra manera, se aprende algo de la naturaleza humana de lo bueno y lo malo que puede haber en el interior de una persona, y todos los días, si uno es buen observador, se puede aprender algo de sí mismo. Claro, hay muchas lecciones amargas pero esa es otra escogencia que hice, no dejar de mirarme mientras camino. Por estos días me encontré una publicación en la que contaban como para Sting el oficio de enseñar no distaba mucho al de ser un cantante de rock ya que "en ambos casos, eljuego consiste en encerrarse durante una hora con un puñado de posibles delincuentes, tratar de entretenerlos y además, salir ileso."

También por estos días he pensado en el amor... en lo extraño que es escoger a alguien en medio de la multitud y decidir vincularse a él.En cómo la manera en qué amamos va cambiando con los años... y bueno, lo cierto es que vamos aprendiendo a amar sobre la marcha y a veces confundimos el amor con otros sentimientos. No sé ni cómo expesar lo que quiero decir pero creo que muchas veces se confunde el miedo con el amor, el miedo de estar solos, el miedo de dejar ir a ese que creemos especial, el miedo a no ser querido de nuevo. Me parece que las heridas que nos van dejando determinan después la manera en que creemos que debemos relacionarnos con otros, quedamos llenos de campos minados y ante el menor asomo de algo que creemos conocido saltamos "eso no me volverá a pasar" pensamos asustados y levantamos nuestros muros de protección... Quisiera creer que aún es posible erradicar tantos temores, limpiar para siempre las viejas cicatrices y creer... Creer en que la mano que está junto a tí puede tomarte con suavidad y acompañarte durante un tiempo, sin afanes, sin angustias... ¿Será
posible?

domingo, septiembre 04, 2005

Sobre La interprete





Fueron largos días de silencio, supongo que a veces es necesario resguardarse, "limpiar el closet" y mirar el sol desde la ventana...




En días pasados vi La interprete, película dirigida por Sydney Pollack y protagonizada por Sean Penn y Nicole Kidman.
Más que hacer una larga y extensa reseña crítica quería decir, simplemente, que la película me conmovió mucho…. Por alguna razón llegué a ella sin muchas expectativas y sobre todo, porque alguien que me escribió en este blog me la había recomendado. Me conmoví con la historia humana y dolorosa de los personajes principales y con las actuaciones de esos dos grandes actores que son Penn y Kidman (ella ha sabido demostrarlo con creces en sus últimas películas). Ahí están estos dos seres abatidos, Silvia, la interprete solitaria, que se ha construido un mundo donde habitar con su tristeza. Esta mujer de apariencia frágil que por dentro ha sobrellevado las más terribles pruebas, que está llena de dolor, de rabia de impotencia y que con eso intenta, como puede, buscar su lugar en el mundo. Nacida en África creció con la ilusión de que un líder lleno de ideales sería capaz de devolver el rumbo a su país, con el tiempo lo que comprueba es que el poder corrompe y que los ideales se remplazan con mezquindades y muertes. Silvia ha creído en una causa y ha visto a los suyos perecer por ella, ¿qué le queda frente a la desolación y el desconsuelo?, ¿de qué asirse cuándo ya no se puede creer en nada ni en nadie? Penn, por su parte, le da vida a Tobin, un policía que perdió a su mujer hace apenas dos semanas. El hecho de por sí doloroso lo es aún más cuando sabemos que ella era una cabaretera que usualmente lo abandonada y después regresaba arrepentida, hasta que tras sufrir un inesperado accidente de tránsito no lo puede hacer más. Penn carga ese dolor cuando se encuentra a Silvia y de alguna manera consigue sintonizarse con ella desde la rabia y la impotencia… Mirándose con recelo y desconfianza, Tobin debe acercarse a esta mujer, testigo clave de un complot de asesinato. Con el paso de las horas consiguen sobreponerse a las barreras que los separan y acompañarse desde lo más profundo de sus corazones. Los que esperan besos románticos, miradas aleladas no verán aquí satisfechas esas necesidades porque lo que une a esta pareja de solitarios es el dolor, lo que puedo decir es que encontrar compañeros durante trances de esos genera vínculos muy fuertes y eso es lo que uno siente con esta pareja… que aunque no vayan a estar juntos, aunque el camino de cada uno los separe, hay un lazo que los ha unido y que les dará fuerzas para seguir porque en últimas, lo que todos necesitamos para respirar sin dolor el aire que nos rodea y no ahogarnos en nuestras propias lágrimas es tener la certeza de que no estamos solos.
Al final, la cámara planea en el inmenso agujero que dejaron las desaparecidas Torres Gemelas, nada mejor para culminar una historia en la que la rabia y el deseo de venganza deben superarse para poder, al fin, respirar en paz.

domingo, julio 31, 2005

Sobre el pasado


Te levantas un día y piensas en el pasado.
Es un buen momento para releer tus diarios, poner canciones tristes y preguntarte sobre tu vida, sobre lo que ha hecho de ti la persona que eres hoy (un domingo soleado que te quedaste en casa pensando cosas).
Lo primero que entiendes (aprendiste la lección) es que el pasado es móvil. Los recuerdos no son estáticos, se modifican gracias al significado que les otorgas a medida que van pasando los años. Por ejemplo, tienes un encuentro inesperado durante las pruebas del ICFES con el hermano de una amiga, lo reconoces vagamente tras estrellarte contra él saliendo de una cafetería. Un tiempo después, tras otro encuentro casual, él consigue convertirse en parte importante de tu vida. Han pasado años de eso, ¿cómo no recordar ese estrellón fortuito como un indicio, una pista, que presagiaba lo que ocurriría después? ¿Es o no es cierto?, probablemente no importa. Relees cartas de amor de personas que, ahora piensas, nunca hubieras querido dejar entrar en tu vida... Sin embargo lo hiciste... Entonces buscas un sentido a una serie de malencuentros, malquerencias que te dejaron dolorido el corazón.
Así es el pasado de cambiante, así son los sutiles lazos que crea con nuestro presente.
Veo una foto mía cuando era niña y pienso cómo veía el mundo y cómo el tiempo se me iba en construir mi presente, en inventar a la persona que quería ser, que iba a ser. El ejercicio era complejo porque hasta imaginaba mi cuerpo, el color de mi cabello, la altura que tendría... Me imaginaba solitaria cuidando helechos en alguna casona; me imaginaba vestida de monja, guardando voto de silencio, barriendo el patio de un convento soleado; me veía trabajando en teatro, protagonizando películas, o enseñando en algun salón... El futuro incierto se abría ante mí y yo me imaginaba decidida y tenaz, tomando las riendas de mi vida, cantando ingobernable como Tina Turner, contestataria, diferente.
No fuí tan alta como me lo imaginaba, ni me atreví a las minifaldas atrevidas que visualizaba, muchas cosas no fueron así, simplemente, no sucedieron como lo imaginé. El futuro ya no se ve tan extenso y usualmente consigo imaginarme cómo voy a lucir en tal o tal situación futura.
Es extraño crecer, es extraño tomar decisiones que nos lleven a construir una vida, es dificil resignarse a perder tantas posibilidades. Pero lo más extraño de todo es verse en esas fotos infantiles, con extrañeza, como intentado recordar quién es ese que está ahí fotografiado y por instantes reconocerse... reconocer una sonrisa, una sensación, un recuerdo y tener la certeza absoluta de que siempre hemos sido el mismo.

jueves, julio 28, 2005

Charlie y la fábrica de chocolate





Director: Tim Burton,Productor: Brad Grey, Richard D. Zanuck,Guión: Roald Dahl, John August Fotografía: Philippe Rousselot, Música: Danny Elfman, Freddie Highmore .... Charlie Bucket, Johnny Depp .... Willy Wonka, Helena Bonham Carter .... Mrs. Bucket, Sandra Darnell .... Translator, James Fox .... Mr. Salt , Jordan Fry .... Mike Teavee Dominique Gerrard .... Salts Nuts Girl , Adam Godley .... Mr. Teavee, Garrick Hagon .... Denver Reporter, David Kelly .... Grandpa Joe, Christopher Lee .... Dr. Wilbur Wonka, Missi Pyle .... Mrs. Beauregarde, Annasophia Robb .... Violet Beauregarde, Deep Roy .... Oompa-Loompas , Harry Taylor .... Mr. Gloop


Tras ver la última película de Tim Burton, salí del teatro feliz con la clara sensación de haber tenido una verdadera experiencia cinematográfica, ¿en qué puede consistir eso? Yo diría que es aproximarse a la realidad con nuevos ojos, no alejarse de ella como aseveran algunos detractores, es multiplicar nuestra pequeña existencia en otras miradas, redescubrirnos. Los que disfrutamos el cine lo hacemos porque, como la literatura, nos brinda posibilidades de “leer” el mundo, de “leer” nuestro interior.
En general me encantan las películas de Tim Burton, su estética oscura y particular me seduce. Me parece que tiene una manera muy personal de contar lo que quiere decir y que en ella lo visual (como buen cineasta) está cargado de significado. He de decir también que su estética se ha ido depurando y que sus películas suelen depararme agradables sorpresas. Charlie y la fábrica de chocolate, no solo no me decepcionó si no que además superó mis expectativas. El punto de partida que escogió Burton para su proyecto no pudo ser mejor: adaptar la conocida novela de Roald Dahl del mismo nombre. Para los que no conocen la obra de este inglés de antecedentes noruegos se las recomiendo vividamente, sus libros son aproximaciones lúcidas al mundo infantil llenas de ironía y desparpajo. En sus relatos no faltan lo siniestro, los temores, lo oscuro y el humor, elementos propios de la niñez que Dahl desarrolla de maneras muy afortunadas.. Pienso en Matilda con esos padres que no la aceptan ni comprenden (¿qué puede ser peor que ser rechazado por sus propios padres?), en los Cuentos en verso para niños perversos en dónde Dahl toma relatos clásicos como Caperucita roja, La cenicienta o Los tres cerditos y les da giros inesperados. El lector de Dahl ( niño o adulto) difícilmente no queda seducido con sus guiños, su ironía y la inclemencia con la que trata ciertos personajes.
Tim Burton percibe con claridad el lado subversivo y perverso de Dahl y lo explota al máximo en su adaptación cinematográfica. El protagonista de la historia es Charlie, un niño sumamente pobre que vive con su familia (papás y abuelos) en una miserable casita muy cerca de la famosa fábrica de Chocolates de Willy Wonka de la cuál salen los mejores chocolates del mundo pero a la que nunca se ve que nadie entre. Charly es un niño sabio y generoso porque ha aprendido tras las difíciles adversidades económicas que lo importante no se encuentra en lo material o, por decirlo al estilo Principito parafraseando a Saint - Exupery “que lo esencial es invisible a los ojos.” Charlie no se trasforma durante la película, él ya tiene claro que su fortaleza es tener una familia unida y que el amor de quienes lo rodean es su mejor tesoro, por eso, solo por eso, sabe que los dulces son perfectos porque no sirven para nada porque no tienen ningún sentido ni significado profundo sino que comerlos proporciona placer, un placer que debe apreciarse y compartir con otros. Poder mirar el mundo con esa sencillez y naturalidad lo hace diferente a los otros niños de la película: al glotón convulsivo, que come sin límite; a la niña que ansía ganar a toda costa; a la consentida malcriada que considera que se lo merece todo o al “sabelotodo” que ha adquirido todo su conocimiento a punta de videojuegos y horas interminables de televisión ( ¿no es aterradora la escena del niño de mirada exaltada jugando con su videojuego y gritando “muere, muere” frente a la pantalla de su televisor?). La diferencia esencial entre Charlie y los otros niños de la película es que estos últimos se encuentran embarcados ya en un mundo de adultos en el que se persigue permanentemente la satisfacción de los deseos y se olvidan otras cosas… Tim Burton capta a la perfección la esencia robótica y deforme de estos niños y los contrasta con Charlie y su familia, los únicos que se ven verdaderamente humanos en la película.
Pero retomemos la trama, gracias a que obtiene un tiquete dorado Charlie tendrá la posibilidad de conocer al excéntrico Willy Wonka, suerte de Howard Huhges que tras sus inventos geniales a optado por esconderse del mundo. Tim Burton se centra en ese personaje interpretado de manera magistral por Johnny Deep, del que me declaro fan incondicional, con meticulosidad Deep consigue darle vida a este ser extraño, suerte de Michael Jackson (Deep lo utilizó como inspiración) que no desea crecer y que, por sobre todas las cosas, no ha podido superar la difícil relación con su padre (aporte personal de Burton a la película). Wonka se ha encerrado lejos del mundo y se ha rodeado de los Oompa-Loompa seres de fantasía, que Burton muestra como clones idénticos que terminan por no ser una compañía humana sino más bien una suerte de alteregos trabajadores. (Mención aparte merecen las intervenciones musicales de los Oompa-Loompa cargadas de guiños al espectador.)

El final, en esta particular película llena de colorido, ironía y crítica los niños deshumanizados son castigados y Wonka podrá dejar su temible soledad e integrarse a la familia de Charlie, porque, como le gustaba mostrar a Dahl, a lo largo de nuestra vida tenemos la posibilidad de construirnos una nueva y amorosa familia en la que podremos recibir todo el afecto, cariño y comprensión que merecemos, y ser, al fin, aceptados como somos.

jueves, julio 21, 2005

Los cuatro fantásticos





Director: Tim Story
Ioan Gruffudd (Reed Richards), Michael Chiklis (Ben Grimm), Jessica Alba (Susan Storm), Chris Evans, Julian McMahon (Victor Von Doom), Kerry Washington, Lorena Gale, G. Michael Gray, Gina Holden, Laurie Holden, Aonika Laurent, Colin Lawrence, Stan Lee, Hamish Linklater, Maria Menounos

Hay que decir varias cosas: la primera, me decepcionó el cine de Chapinero, la película, francamente no se veía bien y el sonido era bastante regular. Por si esto fuera poco me metí, sin saberlo, en una versión doblada de la película cosa que tampoco me gustó mucho. A favor diré que iba en buena compañía y que a fuerza de comentarios y chistes terminé por pasar un buen rato. Pero entremos en materia, me propongo intentar explicar por qué no me convenció la película. Aclaro que no fui con muchas expectativas al cine, no conozco el cómic original de los 4 fantásticos (primer gran éxito de Marvel, creado en 1961 por Stan Lee y Jack Kirby), en mi niñez había visto la serie de dibujos animados pero tampoco tenía muchos recuerdos de ciertos pormenores así que no iba en ánimo de cortar cabezas por profanadores. La historia no es muy complicada, bajo el mando de Reed Richards, un inteligente científico pero poco hábil en la cotidianidad, un grupo de especialistas incursiona en el espacio para investigar el ADN, una tormenta cósmica los tomará por sorpresa y afectará su cadena genética otorgándoles superpoderes.
Empecemos con lo bueno, a la película le abono que mantiene vivo un espíritu ochentero propio del momento en que la serie de dibujos animados cosechó sus éxitos; por ejemplo, Sue Storm parece toda una diva pop de la época con su peinado enbombado y su pelo dorado. La ropa en general mantiene también ese estilo y todos se ven muy bien con su trajecito de los 4 fantásticos (pregunta capciosa: ¿quién y en qué momento le cosió, al final, el pantalón a la mole?) La historia de amor cumple también los parámetros de los 80, el esperado beso llega solo hasta el final tras una larga sucesión de coqueteos de los protagonistas. Además de la onda un tanto retro los efectos especiales están bien logrados y varias escenas están muy bien hechas, como la secuencia en la que los protagonistas empiezan a tomar conciencia de sus poderes o el accidente que ocasiona la mole en el puente. ¿Qué falla? En general me parece que la historia, (paradójico teniendo en cuenta que el apellido del director es Story) y el desarrollo de los personajes. Es realmente difícil encariñarse con ellos, el “cerebro” del grupo es demasiado dubitativo, temeroso e indeciso y no trasmite muchas emociones, la linda Sue también queda bastante plana y la historia de amor no consigue conmover ni un poco. No vemos verdaderas “miradas” de enamorados, la resolución del conflicto amoroso también es muy simple el salto abrupto de “¿por qué te dio miedo vivir conmigo? “ a “Sí, acepto ser tu esposa” me pareció bastante traído de los cabellos, pero, lo más seguro es que estas sean sutilezas. La antorcha humana, el personaje divertido y ligero lo es quizás demasiado…. La antorcha espera ver satisfechos sus deseos de manera fácil y rápida (quizás por eso es puro fuego), en resumidas el sólo espera cosechar los frutos de su nueva condición, entiéndase esto como tener mujeres y carros lujosos. La idea refleja muy probablemente el sentir de muchos quinceañeros (y no tan quinceañeros) y no está mal para comedia americana pero es difícil sentir mucha empatía por un superhéroe tan frívolo, por lo menos en mi caso. El malo es Van Doom, un famoso malvado de los cómics conocido con el nombre de
Doctor muerte o Magneto, el actor Julian McMahon tiene el reto de encarnarlo y de mostrar su trasformación (a él también lo afecta la tormenta cósmica) sin embargo, McMahon no tiene la fuerza, ni el carisma para desarrollarlo y su personaje es francamente una burda imitación de su papel como demonio en Charmed en el que se veía mucho más convincente. Para rematar, la historia no lo ayuda, este malévolo personaje no aspira, en la película, a controlar el mundo o acabar con la especie humana como cualquier archienemigo que se respete, él se conforma con hacerle pasar un mal rato a su ex prometida Sue y a su rival Reeds, así que todo queda reducido a unas historias muy personales y mezquinas. El mejor personaje de la película, a mi gusto, es, sin duda, la mole quizás porque en él sí se mantienen ciertas características que disfruto de las películas de superhéroes. La tormenta lo afecta a él drásticamente y cambia su aspecto físico de una manera que parece irreversible. El padecimiento de la mole me recordó mi película favorita del género de los superhéroes Spider man 2 en la que Parker tiene una crisis debido a que desearía abandonar su papel como benefactor con tal de gozar de una existencia normal. La mole, por su parte, no tarda en descubrir que al cambiar su físico su vida entera se verá afectada, somos lo que ven de nosotros y su trasformación lo aleja de la vida que llevaba hasta entonces; la gente lo mira aterrada, su novia que lo amaba lo abandona decepcionada tras su metamorfosis y, para no ir más lejos, los actos más cotidianos, tomar un vaso o agarrar un tenedor se le convierten en verdaderas odiseas. La mole ve afectada su identidad, como ocurre con otros superhéroes, Spider man, Batman o aún los X-men… seres que por su particular condición se ven imposibilitados de llevar una vida común, llamados a vivir un destino extraordinario se debaten constantemente entre el deber y la desazón que les hace sentir no poder ser “normales”, signo claro de esa separación de esa escisión que afrontan, es el hecho de tener que ocultar su verdadera identidad ya sea a través de máscaras, disfraces o buscando escondites. El conflicto interno del “héroe” es permanente y lo obliga a ratificar su condición de exilado del mundo e intentar asumirla con valentía. Pero la mole es la excepción, los demás fantásticos (bautizados así por la prensa), no se ocultan (no esconden su rostro o verdadera identidad), por el contrario son rápidamente reconocidos por la calle, esperados por fanáticos, y convertidos en portada de revista. Tras 1 hora y 40 minutos de película y acción a estos “héroes” no se les ha pasado por la mente utilizar sus poderes por el bien de la humanidad (¿no es lo mínimo?) lección que Parker aprende de la manera más dura en la primera parte de Spider Man “un gran poder implica una gran responsabilidad”. Los fantásticos se debaten entre sus niñerías, sus pequeñas vidas y ni siquiera nos convencen sus precarios discursos científicos en los parecieran interesarse por el bienestar mundial; las pocas vidas que salvan lo hacen tras ellos mismos haber iniciado el problema y al final aceptan sus destinos pareciera más por el embeleso de los flashes y las cámaras que por un nuevo compromiso o una transformación más profunda. Evidentemente viene una segunda parte y quizás esta sea mejor pero el sabor que me deja esta primera experiencia es un tanto insípido.
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jueves, julio 14, 2005

De vez en cuando la vida...

Hoy es un día amable, hay días así, uno se levanta y no importa que esté lloviendo o que haga frío, que las citas se hayan cancelado a última hora... no importa porque en la madrugada tuviste un sueño dulce y tranquilo y te levantaste con esa imagen anidada en el pecho y el aire se respira diáfano y la casa se siente acogedora. Hoy estoy escuhando a Serrat que tiene dobles conecciones conmigo por un lado me recuerda a mi mamá, a los domingos de sol cuando ella dejaba de ser la abogada ejecutiva y andaba por ahí en piyama escuchando Serrat, tirada en el puf rojo (¿sí se escribe así puf?) leyendo alguna cosa. Mi mamá hace muchos años que no se levanta los domingos ni ningún día y han sido tantos los días de no verla que hasta se me diluye el timbre de su voz, el color de sus ojos o las expresiones de su cara. Con extrañeza miro el calendario y no deja de aterrarme la posibilidad de que en tres años tendré la edad que ella tenía cuando murió. Tuvo que pasar todo este tiempo para entender que esa mujer echada en el puf leyendo se parece mucho a mí, o mejor, yo me parezco mucho a ella y que ahora puedo entender sus tristezas y vacíos y que quisiera abrazarla fuerte en estos días que la siento próxima y entiendo su tristeza, en estos días que siento que podríamos ser amigas porque ella siempre tendrá la misma edad mientras que yo hace rato que dejé de tener catorce años. Después de que mi mamá dejó de poner a Serrat a todo volumen por la casa, pasé un tiempo sin oírlo y lo reencontré con el paso del tiempo.Así como Charly te acompaña en ese complejo momento de "hacerte mayor", en la dificultad de acoplarse a un mundo muchas veces hóstil Serrat te susurra que todo está bien porque, como lo escribió Machado, amas "los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles como pompas de jabón" o, como quiero sentirme hoy, que la vida a veces "nos besa en la boca y a colores se despliega como un atlas, nos pasea por las calles en volandas,y nos sentimos en buenas manos;se hace de nuestra medida,toma nuestro paso y saca un conejo de la vieja chistera y uno es feliz como un niño cuando sale de la escuela." Lo que yo sé es que muchas veces despertarse no es fácil y que la epidemia del mundo moderno es la amnesia. No solo se olvidan fechas importantes, citas, no solo se vive tan rápido que ya no queda tiempo para verse con los amigos, no solo el celular lo interrumpe todo y ya no sabemos vivir sin ruido e intromisiones del mundo exterior si no que olvidamos quiénes somos, quiénes fuímos, quiénes queríamos ser. No quiero realizar muchas divagaciones, prefiero decir que de chiquita alineaba mis muñecos y me colocaba frente a ellos, durante horas les dictaba clase, les corregía las tareas imaginarias y escribía libretas de calificaciones después de sacar promedios. 20 años después lo sigo haciendo,claro ahora tengo alumnos de verdad, probablemente soy la misma. Lo único es que antes no me sentía nunca sola y que era mil veces más fácil comunicarse con los muñecos que con las personas. Lo que pasa es que hay días que me pasa lo de Gregorio Samsa y me despierto convertida en un insecto y ya no sé ni quién soy, me ataca la amnesia y olvido las clases que dictaba a los 8 años, las tardes de soledad mirando las nubes desde mi ventana, las noches escuchando a Serrat, las noches de abrazarme a mi mamá; olvido que quería para mí un destino de sorpresas y de magia... Luis, al que no conozco, se tomó el tiempo de escribirme en el anterior post y me contó de su novia y su apartamento tortuga, de los días que han cambiado.. yo también leí su blog y pensé que no era cierto que ya no existiera la pasión en su vida. Yo creo que los años nos van moldeando pero también que nos van pasando al lado mientras en muchas cosas seguimos siendo iguales, nos modifican las miradas de los otros, las expectativas que tienen sobre nosotros, las responsabilidades reales y, sobre todo, las que nos autoimponemos para cumplir nuestro rol, o, por lo menos, lo que creemos que es nuestro rol... en medio de todo eso nos ataca la amnesia.... "¿Y ahora quién podrá ayudarnos?" La respuesta, claro, debería ser interna, nos levantamos decididos a recuperar lo que dejamos olvidado por ahí pero no siempre es así.. muchas veces necesitamos que nos recuerden que somos amnésicos, alguien que se acerque y nos pregunte por nosotros, por nuestro pasado, alguien que formule la vieja pregunta ¿quién eres? Nosotros, obligados por la buena educación, buscamos una respuesta... y por el camino nos encontramos con lo que habíamos olvidado. Supongo que esa es la aventura de vivir, perderse y encontrarse y, por el camino, encontrarnos con otros.

De vez en cuando la vida
se nos brinda en cueros
y nos regala un sueño
tan escurridizo
que hay que andarlo de puntillas
por no romper el hechizo.

martes, julio 12, 2005

QUEREMOS TANTO A CHARLY

Charly pisó tierra colombiana y nos regaló un hermoso concierto. El telón se descorrió y Charly apareció con su trusa negra y sus tenis plateados. Alto y extremadamente flaco parece un insecto. A ratos un zancudo intrépido, por instantes una mantis religiosa, en ocasiones una araña de múltiples patas girando entre el piano y los teclados. El concierto empezó puntual y la verdad no hubo nada decadente, desplantes extraños o escenas perturbadoras de esas que gustan porque le permiten corroborar a la gente que una vida de excesos termina mal, “Charly está acabado, fue bueno, pero la droga lo acabó… Ya no es el de antes, se echó a perder la voz” … pues sí y no…. Todo es un poco cierto pero igual ahí está y no deja de conmovernos un instante. Si quiero tanto a Charly como lo quieren los otros miles que coreaban sus canciones el pasado viernes es porque ha sabido regalarnos unas canciones increíbles y porque escucharlo es recordar que la música es algo más que ritmos pegajosos, o ideas repetidas hasta la saciedad y que pueden ser verdaderos poemas que consiguen expresar algo que no hubiera sido posible hacerlo de otra manera. Ahí están sus tonadas al amor como cuando cantó Quizás porque no soy un gran poeta puedo pedirte que te quedes quieta hasta que yo termine estas palabras… Pequeñas odas al amor, un amor cotidiano y poético. También están otras canciones :

Cuando viniste a mí
Cerré la puerta pero abrí
Asesíname, asesíname.
Por darte lo que di
Me convertí en un souvenir.
Asesíname, asesíname.

Pero más que nada Charly le canta a la extrañeza de vivir en este mundo, al sentimiento de no encajar en una realidad que ha ratos parece prefabricada, como en Gato de metal

Yo soy un gato de metal
vivo en un agujero
tengo una ansiedad
como de año nuevo.
Nunca se dónde estoy
nunca se dónde voy
tengo miedo de la escena de la calle
tengo miedo que en la calle no haya nadie
esa es la rapsodia de los que
decoran el tiempo.
Por eso vivo en los tejados
viajo en subterráneo
amo a los extraños
mi comodidad sólo es mi aventura
nunca será igual
nunca nada dura.
¿Vos te querías comprar un perro?
pero soy un gato
¿Vos te querías comprar un perro?
pero soy un gato.

Durante el concierto un hombrecito de corbata, una suerte de Natalio Ruiz personificado perseguía a Charly por el escenario, le colocaba sus audífonos, le corría la silla, le recibía la guitarra. Charly lo molestaba, lo palmoteaba, se mofaba de él y la gente parecía disfrutarlo… quizás suena mal pero cada vez que Charly lanzaba un zapato, tiraba un teclado o pedía “agua, pero de la otra” la gente aplaudía a rabiar. Así lo queremos, peleando contra la formalidad, pateando normas, rompiendo reglas. Necesitamos que alguien se arriesgue más que nosotros queremos corear sus canciones y sublimar deseos ocultos, Charly nos da ese regalo invaluable. Supongo que su vida no ha sido fácil, nadie que haya escrito lo que él ha escrito puede decir que pasó por este mundo sin sufrir un poco… yo se lo agradezco, mucha gente sufre a diario y pocos consiguen darle voz a esos sentimientos y pocos, muy pocos, consiguen darle voz a otros.
En la plaza de toros muchos nos sentimos menos solos. Charly, de seguro, también fue feliz y disfrutó una noche más su estatus de vedette.
Yo digo que se lo merece ….
Y para corroborarlo una pequeña muestra de uno de los momentos más conmovedores del concierto:
Eiti Leda

Quiero verte la cara brillando como una esclava negra, sonriendo con ganas.
Lejos, lejos de casa no tengo nadie que me acompañe a ver la mañana.
Ni que me dé la inyección a tiempo antes que se me pudra el corazón,
ni caliente esos huesos fríos, nena.
Quiero verte desnuda el día que desfilen los cuerpos que han sido salvados, nena, sobre alguna autopista que tenga infinitos carteles que no digan nada.
Y realmente quiero que te rías y que digas que es un juego nomás. O me mates este mediodía, nena.
Entrando al cuarto (volando bajo) la alondra ya está cerca de tu cama, nena.
Quiero quedarme (no digas nada) espera que las sombras se hayan ido, nena.
¿No ves mi capa azul, mi pelo hasta los hombros, la luz fatal, la espada vengadora? ¿No ves qué blanco soy, no ves?
Quiero quemar de a poco las velas de los barcos anclados en mares helados, nena. Este invierno fue malo y creo que olvidé mi sombra en un subterráneo.
Y tus piernas cada vez más largas saben que no puedo volver atrás.
La ciudad se nos mea de risa, nena.

miércoles, junio 22, 2005

La mudanza

Estoy escribiendo desde una casa semi vacía, rodeada de cajas... Mudarse es como cambiar de piel, es una pequeña muerte. Empacas tus cosas y descubres pasmado que no necesitas ni la mitad de lo que tienes, atesoras piedrecitas, pequeñas figuras, papelitos ilegibles, viejas camisetas, recuerdos de tu pasado. En esas cajas contienen información que muy probablemente solo yo pueda leer. Los objetos que nos rodean hacen parte de nosotros y alimentan nuestros recuerdos, la imagen que tenemos de nosotros mismos. Mudarse implica cambiar rutinas y hábitos, abandonar un sitio, dejar de saludar a gente que nos cae bien y olvidarnos para siempre de uno que otro vecino ruidoso. Cuando cambiamos de lugar descubrimos algo nuevo de nosotros mismos, los espacios nos ofrecen retos diferentes, posibilidades nuevas, por eso es tan agradable hacerlo porque empiezan nuevos retos, nuevas apuestas... Yo estoy feliz y sin embargo miro con nostalgia por la ventana, me voy de un barrio al que he aprendido a querer, al que voy a extrañar y, ante todo, cierro un ciclo de mi vida para empezar uno nuevo... eso, no siempre es fácil.

domingo, junio 12, 2005

Un domingo sin tristeza

Estos días han sido extraños. Desde el viernes siento que necesito silencio, he estado leyendo, pensando, ocupada con las niñas. Me he topado con distintos blogs.. y en suma me hago la pregunta de cómo seguir escibiendo en mi blog, a ratos se me antoja muy impersonal, es decir, para eso están las revistas donde puedo sacar reseñas o artículos, en mi blog, supongo, el gato puede tomarse el momento con calma para hablar de otras cosas. Hoy domingo, con mucho frío, quisiera decir que han sido unos días desafortunados en cuanto al cine, me vi Birth, traducida como Reencarnación, con Nicole Kidman. No es que tuviera muchas expectativas pero la idea me parecía interesante: un niño que aparaece diciendo ser el esposo difunto hace diez año e intentando impedir una nueva boda. La película peca por pretenciosa, empieza con buenas secuencias, muchos silencios y haciendo un esfuerzo por adentrarnos en el drama interior de la mujer sorprendida por la noticia. Todo se va desdibujando, los personajes pierden cuerpo y la resolución es bastante torpe. Me quedé sintiendo vacía, hacía mucho no me pasaba eso con una película y hay que decir que me veo de todo. Al dia siguiente, buscando una onda más light y divertida me dió por verme La chica de al lado y , aunque a ratos me reí, quizás para justificar la trasnochada, francamente está muy regular. La película pretende imitar aquella cinta ochentera con Tom Cruise y una prostituta, ¿Dinero fácil? ¿negocios sucios? No recuerdo el título, pero tantas, tantas cosas son tan claramente sacadas de allí que dan ganas de llorar de lo barato de la imitación y, para seguir la rima, de la poca imaginación de los guonistas. Claro, quién dijo que no se podían reeencauchar ideas pero, por favor, por lo menos intentar hacer un buen casting (el protagonista parece de 12 años) y crear una historia por lo menos coherente. En fin, ni para qué me detengo a detallar todo lo que no funciona. Afortunadamente la lectura salvó el fin de semana. Además de haber estado repasando los libros de Chigüiro hechos por Ivar Da Coll, unos libros sencillos y preciosos sobre los que espero escribir una reseña (son libros que carecen de texto así que hablar de lectura puede sonar contradictorio pero realmente se "leen"), terminé de leer la novela Relato de navidad en la gran vía de Ricardo Silva. A Ricardo lo conocí hace muchos años en la universidad, teníamos una amiga en común, y terminamos pasando mucho tiempo juntos los tres. Curiosamente gravitabamos alrededor de nuestra amiga.Fueron días que recuerdo con felicidad porque nos divertíamos y eramos felices de maneras muy sencillas, eramos embriones de lo que somos ahora... caminabamos desde la universidad hasta la casa de mi amiga hablando de lo divino y lo humano... Ricardo es muy divertido y un ser humano muy sensible y generoso, era fácil quererlo. Nuestra amiga estaba casada y por eso su casa era el punto de reunión obligatorio para nosotros, jóvenes estudiantes que vivíamos aún con nuestros padres. Ahora, que han pasado muchos años Ricardo y yo nos hemos reencontrado, nuestra amiga está separada hace mucho tiempo y nosotros, cada uno por su lado por supuesto, está casado. Nuca había leído nada de Ricardo, no sé bien que clase de prejuicio tenía pero sentía que no me iba a gustar, por otra parte, tiene a dificultarseme leer a gente muy cercana. Empecé con Parece que va a llover y me encantó y cómo ven, rápidamente busqué otra .. Cuando uno logra conectarse con la voz de un autor, comprender y sentirse a gusto en el universo que crea es delicioso quedarse unos días allí, leer muchos de sus libros. Es una experiencia de verdad placentera. El caso es que Ricardo no ha temido desarrollar una voz muy propia, muy personal.. lo admiro por eso. Y quizás esa imagen sea suficiente para cerrar este instante de reflexión antes de irse a dormir.

Moraleja

Esto quería escribirlo hace días, lo pensé tras escribir el post anterior recordando una de las escenas de Una buena chica:
La moraleja es sencilla, huye y no mires para atrás si alguna vez estás junto a la persona que crees amar, acabas de cometer el acto más extremo del mundo para estar allí, junto a ella, y le propones, aún en medio de la adrenalina, que se escapen juntos y ella te contesta "es que tengo que empacar... mejor mañana"

lunes, junio 06, 2005

Dos historias para pensar en el amor

Curiso caso el de anoche… ayer en A&E Mundo dieron Los puentes de Madison, película protagonizada por Meryll Streep y Clint Eastwook. Durante el día había hablado de esa película y fue una grata sorpresa topársela ya en la noche cuando el silencio se apoderaba de la casa. La película es francamente fantástica, ahí están estos dos veteranos, este fotógrafo de la Nacional Geografic y el ama de casa de un pequeño pueblo de Iowa enfrascados en el descubrimiento de una mutua pasión. El destino se confabula para regalarles unos días y entonces se pueden amar.. los ves bailando, mirándose, temerosos primero, después felices, plenos, pero… claro , es imposible que dure. Francesca decide quedarse junto a su marido en un acto que podría interpretare como cobardía pero que es muchas cosas, es asumir un compromiso establecido, quedarse al frente de un hogar que es un proyecto en el que ya estaba embarcada y dejar esos cuatro días congelados en un recuerdo hermoso e intenso que ya no solo nunca le será arrebatado sino que además será eterno. No abandonar a su familia tras el fotógrafo de estabilidad incierta, tras este “ciudadano del mundo” que ya una vez fracasó en establecer un hogar tiene lógica porque tras esos días intensos vendría otra cosa, el día al día, los amaneceres iguales y la culpa por haber abandonado a sus hijos…. Ella se queda y atesora esos días y los convierte en un recuerdo del que puede nutrirse cuando las mareas están bajas, cuando la vida pierde su sentido. Claro, es una decisión difícil y doloroso que supone, también, un sacrificio. Ahora bien, lo curioso es que ayer dieron, en Fox, al tiempo, Una buena chica, película protagonizada por Jennifer Aniston y Jake Gyllenhaal. En ella Aniston encarna a Justine una cajera de supermercado que ha visto pasar frente así sus mejores años cumpliendo con un trabajo mediocre y al lado de un marido que pasa la mayor parte del tiendo viendo televisión mientras fuma marihuana junto a su amigo Bubba. La película se detiene varias veces en la mirada, cada vez más, perdida y vacía de Aniston que abraza con resignación tan triste destino. Aparece entonces el joven Holden (Gyllenhaal) quien se autodenomina así mismo con el nombre del personaje de El guardian entre el centeno. Este joven apasionado, con ambiciones de escritor, descubre en la acongojada Justine un alma gemela (“los dos somos unos abusados, unos incomprendidos”) e iniciarán un apasionado romance. Lo que al inicio devuelve el brillo a los ojos de Justine termina por convertirse en una trampa, es imposible seguir así. El joven Holden está enamorado y desea acabar, de una buena vez, con esa vida de apariencias, huir, hacer algo, tomar las riendas de una vida que los aplasta. Justine por el contrario parece enfrascase más en su vida miserable, y hasta acepta acostarse con Bubba en una terrible escena de sexo con tal de que su secreto no salga a la luz. Enfrentada a la disyuntiva de si continuar su vida monótona y oprimida o huir con este muchacho desestabilizado, casi un niño, atormentado y depresivo opta por lo malo conocido. Es entendible, como lo es la decisión de Francesca en la película de Eastwook, pero lo que duele y lastima de Una buena chica es que Justine optará por su propio bienestar, ese bienestar mediocre y deslucido, a costa de otros, a costa de su propia vida, y preferirá ser “una buena chica” y sacrificar a Holden de la peor manera, destruir, para siempre, cualquier posible vía de escape. Aunque existe, como se ve, cierto paralelismo entre las dos historias las diferencia algo terrible, en la primera, el amor consigue convertirse en una experiencia intensa de comunicación con otro y, sobre todo, en motor de vida, de autoaceptación e impulso vital. En la segunda, lo que inicia de esa manera termina doblegado por la mezquinad y el egoísmo, por un entorno de incomunicados, de existencias monótonas a las que ya nada puede devolverles la vitalidad. Tras la aventura, qué horror, para Justine no solo nada habrá cambiado sino que ahora sus grilletes son aún más fuertes.

jueves, junio 02, 2005

Reseña Mi nombre es Dina

Jeg er Dina

Northern Lights A/S, 2002, Duración: 125 minutos Dirigida por Ole Bornedal, Escrita por Ole Bornedal y Jonas Cornell, basados en la novela de Herbjørg Wassmo. Interpretes: Maria Bonnevie .... Dina,, Bjørn Floberg .... Padre de Dina,Gérard Depardieu .... Jacob, Christopher Eccleston .... Leo Zhukovsky, Pernilla August .... Hjertrud

La acción ocurre en Noruega a mediados del XIX. La protagonista, Dina, es quien nos contará su historia. “Mi nombre es Dina, no soy nadie” dice muy pronto… Difícil no estremecerse durante los primeros 15 minutos de la película tras la trágica y espantosa muerte de la madre causada, por accidente, por la pequeña Dina. La secuencia es espantosa y es, más que evidente, que la psique de la niña, ya no será la misma a partir de ese momento. (No puedo dejar de señalar que la actriz Pernilla August parece estar especializándose en los papeles de madre que muere trágicamente, recordemos el Capítulo II de Star Wars). Dina se ha quedado sola y su padre la culpa por lo ocurrido, desde ese momento deja de verla, está allí pero la ignora, y si la mira y si por un instante la ve es para castigarla, de alguna manera, por lo ocurrido. Abandonada a su suerte, lacerada y dolida Dina se convertirá en una especie de animal salvaje. Aprenderá a mirar el mundo con ojos asustados pero sabrá exactamente cómo defenderse. De su autismo será rescata por su profesor particular quien logrará conectarla con la realidad a través de la música. Sin embargo, no será esta el epicentro de la película, no es una historia de auto superación a través de la música; la fascinación de Dina hacia ella es, más bien, la de un animal salvaje ante melodías armoniosas. La música consigue calmarla y se convertirá, desde el momento en que será capaz de interpretarla, en una herramienta para canalizar sus pasiones. Porque en la protagonista conviven dos fuerzas, una vital y salvaje, llena de coraje y erotismo (como lo descubre tras su matrimonio por conveniencia) y otra oscura que la vincula para siempre con el mundo de los muertos. Para recuperar un poco la cordura, su mente infantil la ha hecho creer que causar la muerte de su madre era necesario para aliviarla de dolores y sufrimientos y a partir de ese momento se sentirá vinculada fatalmente con la muerte y capaz de producirla en aquellos que la rodean (cosa que de una u otra forma termina por ser cierta).
Dina, fuerte, inteligente, caprichosa y decidida camina descalza con sus vestidos sueltos desafiando una época y un modo de ser. Ama con pasión pero no encuentra sosiego a sus impulsos, a las fuerzas del erotismo y muerte (Eros y Tanatos) que cohabitan en su interior. ¿Quién la puede rescatar de esa disyuntiva? Su maestro, antes de morir, le aconseja que viva y ame, que no se muera sola. Dina lo intenta pero las relaciones humanas son complejas y abrir su corazón es algo que no se aprende en medio de la batalla por sobrevivir.
La película es la adaptación de un libro cosa que se hace evidente en la construcción de personajes complejos y en las múltiples relaciones que entreteje. Precisamente, por el afán de condensar mucha información, algunas historias no se desarrollan del todo y queda uno que otro cabo suelto, pero en general es una historia creíble y trágica, enmarcada por una fotografía cuidadosa que se regodea con los preciosos e imponentes paisajes Noruegos en los que se percibe la fuerza desmedida de la naturaleza. . El sabor del final es ambiguo ( nos recuerda El piano de Jane Campion), Dina no está dispuesta a permitir ser abandonada por quienes ama y ese es un propósito muy difícil y doloroso porque de una u otra forma siempre terminamos solos. Tras los subtítulos queremos pensar que ella se ha liberado, que el amor, quizás, pueda sanar sus heridas, pero la película ha sembrado la inquietud, lo que se pide es difícil, las fuerzas condensadas en Dina conviven en un frágil equilibrio que tiende a resquebrajarse y los deseos formulados por una niña asustada y culpable pueden volverse mortales, ¿no es eso, acaso, lo que esa mirada inquietante del final nos trasmite?

miércoles, mayo 25, 2005

La venganza del Sith Episodio III






El 19 de mayo se realizó el estreno mundial del tercer capítulo de Star Wars; hubo colas enormes en todo el mundo, fanáticos acamparon disfrazados esperando con sus espadas de láser poder ingresar de primeros a las salas de cine. Quizás eso ya no nos sorprende ahora que vemos a los niños abarrotados para asistir a la premier de Harry Potter o que Barney vende millones de su último éxito “Feliz en la granja”, es decir, es evidente que el ser humano es propenso a esas manifestaciones exageradas y propenso, como en el caso de Barney, al desarrollo del mal gusto desde temprana edad. Sin embargo, es necesario aclarar que la saga de Star Wars es pionera en estas lides de la mercadotecnia, antes de que el mercado se inundara de muñequitos, libros para colorear y cómics de personajes de películas la gente ansiaba tener un Yoda o un Luke SkyWalker consigo. El fenómeno mediático que logró George Lucas es difícilmente igualable y le sirvió para consolidar un imperio. Es cierto que ahora te venden cualquier cosa con buena publicidad (vuelvo a Barney o, peor aún, a los Teletubbies) pero para haber iniciado ese mercado era necesario contar con un buen producto y Stars Wars lo es. Para decirlo de manera concreta es una buena historia con personajes entrañables y que está muy bien contada. Así de simple. Hay cientos de páginas en Internet que intentan descifrar la fascinación de estas películas, en apariencia tan simples, y la seducción que han logrado ejercer en varias generaciones. Yo quiero señalar algunos de los aspectos que me parecen esenciales para comprender ese fenómeno y que, además, me permitirán hablar con propiedad de lo que produce este cierre magistral, a mi modo de ver, que es La venganza de los Sith.
Jorge Luis Borges solía alabar las virtudes del gaucho valiente que sabía luchar con cuchillo, hombre osado que no temía el enfrentamiento directo que permite el puñal y que apreciaba el sutil código de honor, el respeto por el enemigo desarmado, la tradición y la palabra. Lo cierto es que es una figura que seduce a muchos y que se encuentran estrechamente emparentada con la idea del Caballero propia de la Edad Media. El cine actual viene hace unos años sucumbiendo ante este modelo de héroe en el que un hombre enfrenta con dignidad a su enemigo, baste citar algunos ejemplos recientes como, El último Samurai, El señor de los anillos o Cruzada, y miren ustedes cómo en las tres el héroe realiza un camino de autodescubrimiento estrechamente relacionado con la manera en que aprende a usar la espada. Los héroes épicos pelean cuerpo a cuerpo, se espera verlos enfrentar a sus enemigos directamente, vencerlos en combates limpios en lo que prime la fuerza, la destreza y la inteligencia sobre la potencia de cualquier arma como lo hace Sin Nombre en Héroe o Balian de Cruzada.
En 1977 George Lucas presentó Una nueva esperanza (capítulo IV de la saga) realizando una aventurada fusión: la idea de una orden de caballería, los Jedis, trasladada hacia el futuro. Es así como en Star Wars, aunque los adelantos tecnológicos permiten viajar a la velocidad de la luz, las diferentes razas interplanetarias interactúan y existen nuevas y poderosas armas, las batallas decisivas se libran cuerpo a cuerpo con la ayuda de las espadas láser. Los Jedis respetan, en esencia, los parámetros establecidos desde el rey Arturo y sus caballeros de la mesa redonda y aquí es importante aclarar que las adaptaciones cinematográficas al respecto del séquito de Arturo se centran en las batallas olvidando, muchas veces, el trasfondo mítico y mágico que tienen esas historias. En resumidas, la búsqueda de los caballeros por el Santo Grial se asemeja muchísimo a la búsqueda de los Jedis por lograr la comunicación con la Fuerza y convertirse en instrumento de ella. En los dos casos hacerse caballero es internarse en una ardua y dispendiosa experiencia espiritual que exige numerosas pruebas y sacrificios (muchos comparan a los Jedis con budistas Zen). Lucas, que conoce muy bien los mitos, sabe que a toda fuerza positiva hay que oponer una negativa, en este caso serán los Sith, avezados guerreros que han optado por abandonar la Fuerza y unirse al Lado Oscuro. En últimas, lo que traduce esto es que los Sith han decidido destinar sus capacidades no en beneficio de algo más grande (la Fuerza) si no en beneficio personal. El Sith es ambicioso, vengativo, traidor, y claro, liberar esas bajas pasiones le otorga mucho poder (cualquier parecido con nuestros políticos es pura coincidencia). Mientras el Jedi intenta por todos los medios controlarse, el Sith explora los desafueros de las pasiones, es allí de dónde se nutre su fuerza.
Para este enfrentamiento de poderes Lucas se aventura en la creación de todo un orden intergaláctico en el que seres de diferentes planetas intentan cohabitar (muy al estilo de Tolkien y sus diferentes razas). La fuerza dramática de la saga recae sobre todo en los humanos, y es uno de ellos quién tejerá las redes para conseguir el triunfo del lado oscuro, y otro, el elegido para reestablecer el orden (de nuevo muy por la línea de El Señor de los anillos). Sobre los personajes secundarios sólo quisiera añadir que es admirable la capacidad de Lucas para crear inusuales personajes y hacerlos entrañables como es el caso de R2 D2 (qué decepción saber que no se llamaba Arturito) este robot que carece de mirada y expresiones faciales y que sin embargo es capaz de trasmitir emociones, o el fiel Chewaka una especie de afgano gigante, leal a quien lo liberó de la esclavitud y que como lenguaje solo posee una especie de gemidos.
He aquí el logro de Lucas, la creación de un mundo imaginario, ubicado en el futuro pero con referencias que hacen parte de nuestra memoria colectiva y todo esto utilizado como escenario para la narración de una historia profundamente humana.
Ahora bien, sobre La venganza de los Sith, este tercer capítulo y el cierre de la saga, se pueden decir muchas cosas y el problema más grande que he enfrentado a la hora de escribir estas palabras ha sido decidir en qué centrarme. Lo que diré, sin duda alguna, es que cualquier seguidor de Star Wars esperaba con ansias esta película y que verla permite redimensionar lo ocurrido en todas las anteriores; para mí la epopeya épica que había sido hasta ahora esta saga se transformó, tras dos horas y media, en una tragedia (entendiendo tragedia en el sentido clásico del término) en la que el gran protagonista no es otro que el atormentado Anakin Skywalker.
Si las pudiéramos ver todas seguidas y sumergirnos sin parar en esa aventura de más de 12 horas la historia que veríamos sería el nacimiento del elegido, este niño diferente a todos (su madre lo concibió sin haber tenido ninguna relación sexual) y que parece ser podría ser el llamado a nivelar el poder de la Fuerza y doblegar el Lado Oscuro (mito mesiánico). Pero este tercer capítulo nos depara una sorpresa inesperada, tras un dialogo del temible Senador, que busca seducir al impetuoso, creativo y apasionado Anakin, nos es posible deducir que quién ha “creado” a Anakin es un perverso Sith. La revelación lo cambia todo y sobre todo permite ver con nuevos ojos las, muchas veces, criticadas películas anteriores que tienen como sentido crear el piso para comprender la tragedia que se cierne sobre el protagonista. El “inocente” muchacho a quien creemos que le cuesta trabajo controlar su temperamento en realidad hace esfuerzos sobrehumanos por doblegar las fuerzas oscuras que se debaten en su interior, él es, para decirlo claramente, el anticristo, el enviado del mal para darle poder al lado oscuro (los Jedis, obviamente, ignoran esta terrible verdad)
El atribulado Skywalker no consigue sosiego, los Jedis lo salvan de vivir como esclavo junto a su madre en el desierto pero no pueden evitarle el sufrimiento que le acarreará dejarla a ella ahí. El final de la madre será cruel, morirá torturada en total abandono. Anakin descubre, de la peor manera, que a pesar de su entrenamiento y poder evidente este no le sirve para evitar tan fatal desenlace, y que le fue imposible a él, todo un avezado guerrero, defender a su madre. Atormentado y culpable asesina sin miramientos al pueblo que considera responsable de esa muerte. Es una escena oscura en la que la furia del joven se desata. Por si toda esta tragedia fuera poca, se enamora de manera inevitable de Padmé, amor al que se ve predestinado desde el primer capítulo, no puede luchar contra ese sentimiento y es una relación imposible que debe permanecer oculta. Vale la pena aclarar que Anakin es el único Jedi al que se le conoce pareja. Mientras los demás Jedis buscan desapegarse del mundo material Anakin busca con desespero su lugar en el mundo, algo que le dé respuestas que lo ayude a encontrarse y para ello, crea con ansiedad lazos que le permitan hacerlo. El terreno está abonado, el confuso Anakin intenta balancear las exigencias entre su formación espiritual como Jedi, las esperanzas que recaen sobre él y el matrimonio clandestino que sostiene con Padmé (historia de amor trágico que tiene resonancias con Romeo y Julieta). El sutil equilibrio se rompe ante la noticia de que pronto será padre, realidad que hará que el matrimonio ya no pueda esconderse más, a lo que se suman unos sueños en los que parece presagiar la muerte de su esposa. Es el momento que esperaba el Senador que ha acompañado al muchacho desde su infancia, es en el momento de debilidad que necesita el “diablo” para ofrecer el trato que condenará al mortal (como en Fausto). Acorralado, Anakin flaquea, su talón de Aquiles, el temor. Es el miedo que ha conseguido anidar en su corazón (como lo percibe sabiamente Yoda) y nutrirse de las fuerzas oscuras que lo concibieron el que terminará perdiéndolo. ¿De qué le sirve la fuerza que dicen que tiene, el riguroso entrenamiento si su destino es quedarse solo? Los Jedis, ciegos a su desesperación, lo abandonan en el peor momento, le cierran puertas y ahí se entienden las palabras de Obi Wan Kenobi cuando en medio de la lucha final que sostiene con él le dice “te fallé Anakin”. Porque en últimas tanto los Jedis como el Senador esperan beneficiarse del muchacho pero no ayudarlo a resolver sus conflictos.
La decisión de unirse al lado oscuro atormenta a Skywalker, no es un paso fácil, baste anotar la hermosa escena simultanea de Padmé y Anakin contemplando el horizonte desde una ventana, desasosegados, ya incapaces de luchar contra un destino que los arrasa. Vale la pena aquí anotar la interpretación de Hayden Christensen como Anakin, en la que se mantiene contenido pero torturado. Los que gustan de las actuaciones melodramáticas, de rostros contorsionados, no verán satisfecha esa expectativa. La tribulación del joven Skywalker es interna y así la mantiene el actor, la carga dramática está en su mirada cargada de inquietud, de dolor, de rabia; asesina sin piedad pero las lágrimas corren por sus mejillas. Se ha iniciado su caída y es una caída dolorosa y sufrida. El espectador sufre con él, desea que no lo haga, se conmueve con sus silencios, pero se estremece horrorizado cuando Anakin saca su espada frente a los indefensos niños que se encuentran en formación para convertirse en Jedis.
Cada muerte injustificada lo pierde más y más, le otorga poder, el poder del Lado Oscuro, pero lo esclaviza a su nuevo maestro, a su nuevo amo, se ha convertido, de nuevo, en un esclavo. Por el camino Anakin lo pierde todo, pierde a Obi Wan su maestro y amigo que desilusionado le reclama con el corazón partido “pero si tú eras el elegido”; pierde las piernas, los brazos, se convierte en una masa deforme que aún es capaz de gritar “te odio” un te odio que es muchas cosas, que es un alarido herido y lastimero… te odio por que sabías quién era y quién pude haber sido, te odio porque estuviste conmigo y ahora quedo solo, te odio porque ya no compartimos el mismo destino…. Pierde a Padmé a la que intenta asesinar ya presa del delirio de aquel que se ve absorbido por el poder (“este será mi imperio” masculla enloquecido), y con ella pierde la justificación a su caída. El Senador lo sabe y por eso le hace creer que la mató, sin lazo que lo una al mundo Anakin no tendrá el valor de levantarse contra su destino, no tendrá motivos para desafiar el Lado Oscuro, se convertirá en Darth Vader mitad hombre, mitad robot, quien deberá ahora mirar el mundo desde su traje negro, alejado de la luz, atrapado por la culpa. En su afán por evitar la muerte de Padmé termina ocasionándola, cumple su destino (como Edipo). La tragedia fue anunciada y el héroe caído desciende a su infierno personal. Sus hijos serán los encargados de conseguir su redención y es ahí cuando los últimos capítulos adquieren nuevos significados. El amor prohibido de Leia y Han Solo se convierte en un homenaje al amor trunco de Anakin y Padmé; la frase trágica de Padmé al morir: “él es bueno” será pronunciada de nuevo por Luke tras el enfrentamiento con su padre. Luke termina siendo la versión mejorada de Anakin (como Leia lo es de Padmé) y en el enfrentamiento final con Darth Vader (ese padre oscuro “dark father”) le devolverá el valor a Anakin para levantarse contra el emperador (como lo vaticina Yoda en este tercer capítulo al advertirle al Senador sobre los peligros de confiar ciegamente en su aprendiz) y liberarse de ese yugo. Libre al fin, podrá quitarse la máscara y entregarse a la muerte ya no como el esclavo que paradójicamente terminó siendo sino como aquel elegido capaz de devolverle el equilibrio a la fuerza. Anakin toma las riendas de su destino y es capaz de cambiar la suerte a la que estaba predestinado por su procreación oscura. ¿Cuál es su premio tras tan extenuante periplo? Verse libre al fin de las fuerzas oscuras que lo habitan e integrarse a la Fuerza convertido, al fin, en maestro Jedi y contemplar la celebración del triunfo, junto a Obi Wan Kenobi y Yoda.

Star Wars, como se ve, permite diversas lecturas, es una historia de iniciación, caída y redención, es la búsqueda de la expiación tras el crimen, es un canto heroico para aquellos que creen en la creación de un mundo mejor y en un llamado, por qué no, a convertirnos en los héroes de nuestra propia vida. Es, también, la esperanza de ver derrotado el mal cuando creamos, de una buena vez , que uniendo fuerzas sería posible hacerlo (finalmente, en la saga, es gracias al pueblo más primitivo y humilde que se consigue la victoria).

Por su parte, La venganza del Sith es un llamado de alerta contra todos los discursos totalizadores, contra aquellos que en nombre de la “justicia” y “la verdad” oprimen a otros para obtener su propio beneficio. Es un lamento por aquellos que toman sus armas para luchar por falsas causas y destinos prometedores en los que solo consiguen perder el alma y servir a un “maestro maligno”. Es una oda al hombre que debe dejar atrás sus pasiones para mirar con claridad, un llamado a buscar el centro, a aventurarse en la lucha y a no flaquear frente al miedo; y, finalmente, es una película que condensa tantas referencias, tantos mitos y comparaciones posibles que no deja de ser una invitación a dejarnos seducir por el poder de la fabulación, ese en el que creíamos de niños y en el que algunos aún creemos, ese que nos susurra que una historia bien contada si puede cambiar el mundo, nuestro mundo.

sábado, mayo 07, 2005

Reseña Cruzada(Kingdom of heaven)

Duración: 145 min.Interpretes: Orlando Bloom (Balian de Ibelin), Eva Green (Sibylla), Jeremy Irons (Tiberias), David Thewlis (Hospitalario), Brendan Gleeson (Reynaldo), Marton Csokas (Guy de Lusignan), Liam Neeson (Godofredo de Ibelin), Alexander Siddig (Imad), Ghassan Massoud (Saladino), Velibor Topic (Almaric).
Guión: William Monahan.Producción: Ridley Scott.Música: Harry Gregson-Williams.
Fotografía: John Mathieson.Montaje: Dody Dorn.Diseño de producción: Arthur Max.Vestuario: Janty Yates.

Voy a iniciar sin miramientos, me encantó la película. Así de simple. De seguro muchas cosas influyeron, el estado de ánimo, el sol de la tarde, predisposición a lo épico y la extraña fascinación (no soy muy original en eso) que ejerce en mí la presencia de Orlando Bloom desde su papel de Legolas en El señor de los anillos. De todas maneras, yo iba con las expectativas bajas, aún con Orlando a quien prefería rubio y estilizado, esto debido a que la última superproducción de tono épico de Ridley Scott , Gladiador, me había producido calambres abdominales. Todo me había caído gordo, las caras serias de Rusell Crown (creo que no es mi tipo), los clichés romanticones (él caminando hacia su difunta esposa en un reencuentro feliz), la inverosímil escena del emperador abucheado por su gente, en fin, como ven no me gustó nada. Sin embargo, la amarga experiencia no me ha hecho perder la fe en su director, es decir, si Ridley Scott fue capaz de dirigir Blade Runner, Alien o Telma y Louise, por solo citar algunas, es indiscutible que tiene talento y que conoce el oficio. Ahora bien, para hablar de Cruzada (es mejor la traducción El reino de los cielos) lo primero que es necesario anotar es que, en suma, lo que presenciamos es la historia de un héroe, en este caso, un verdadero caballero. Discutir si es verosímil o no que Balian (Orlando Blomm) pase a ser un avezado guerrero tras haberse dedicado a la herrería es creíble o no, no tiene sentido. La película es clara en eso, por las venas de Balian corre la sangre de Godofredo, Barón de Ibelin, el padre que desconocía y que se le aparece cuando ha perdido la fe para mostrarle sus verdaderos orígenes y sus capacidades ocultas. Su padre lo incita a unirse a las cruzadas y obedecer a Balduino IV quien se ha propuesto mantener el frágil equilibrio que se respira en Jerusalén, respetando las diferentes religiones que convergen en ese lugar. Balian asume con valentía y entereza ese destino y no cambiará de opinión aún ante las múltiples tentaciones que se le imponen. Obviamente, este héroe perfecto sirve de contraste frente a los “malos”, otros cruzados que está más preocupados por su lucro y obtener poder que por otra cosa. Ya para entrar en materia anotaría que el conocimiento y manejo de la técnica que posee Ridley Scott, es evidente en Cruzada. Ahí están unos increíbles planos, una fotografía cuidada y una impecable ambientación de la época. Se percibe con claridad el paso del mundo occidental a oriente, de los campos verdes y fríos a las arenas del desierto. Las batallas son impactantes, es cierto que hemos recibido, en los últimos tiempos, una avalancha de películas con este tipo de escenas y que ya, al parecer, nada nos sorprende; yo anotaría, en este caso, que me encantó la confusión que se percibe en estas escenas. En ellas, se escucha el barullo general, desordenado y confuso y es difícil percibir de donde vienen los golpes, quien está detrás o delante, en últimas supongo, recreadas cómo debe sentirse en la vida real enfrentar semejante situación.
Lo que me parece, sin duda el mejor logro de la película es su historia. El tema de occidente avanzando en “nombre de Dios” en busca de la recuperación de ciertas tierras no podía ser más oportuno. Jerusalén, la ciudad sagrada para tantas religiones se convierte en el símbolo de Ridley Scott para denunciar cómo, detrás de lo sagrado, lo que se esconde es la ambición, el ansia de poder y la avaricia. El nombre de Dios se esgrime como justificación para la injusticia y la traición. El enemigo aparente son los musulmanes y me sentí feliz de comprobar que el director toma el riesgo de mostrarlos fieles a su religión pero respetuosos con el extranjero. Saladino (interpretado magistralmente Ghassan Massoud), el rey musulman, es pausado, tolerante y respetuoso, no en vano es el representante de una cultura milenaria. Estos hombres de turbante no son unos fanáticos enceguecidos, ni unos bárbaros de espada, en la película no se les denigra y por el contrario, se menciona cómo han soportado diferentes invasiones sanguinarias y que ha pesar de eso insisten en buscar una convivencia pacifica. . Los cruzados, por su parte, se encuentran divididos entre los que como Godofredo creen en la posibilidad de mantener la paz y el respeto por las otras religiones y entre los que se sienten con derecho a apropiarse de Jerusalén y expulsar a los musulmanes. Para mí fue inevitable pensar en Bush y en los horrores que ocurren a diario en Iraq; la campaña de desprestigio hacia oriente lleva años y me pareció refrescante ver un llamado a vislumbrar otras posibilidades y que se diera espacio para cuestionamientos pertinentes, como el que hace el personaje de Tiberias (interpretado por Jeremy Iron) : “Vine aquí a luchar en nombre de Dios. Con el tiempo descubrí que esta era una batalla para obtener tierras y riquezas. Entonces sentí vergüenza”. Si eso no puede aplicarse a los sucesos de los últimos años en Oriente no sabría qué decir.

El llamado del héroe a la construcción de un mundo mejor, solo será posible si se prefiere la vida humana por encima de las religiones, las diferencias y las riquezas; ¿lugar común?, quizás, pero que millones de estadounidenses (y otros espectadores) paguen su boleta para ver una historia bien contada, con buenas actuaciones, fotografía impactante y una cuidadosa ambientación y, si de pasadita les explican que a los musulmanes los han atacado hace siglos con diferentes excusas y que tras eso ha habido sobre todo ambición y codicia, me parece más que suficiente.

PD. He leído muchas críticas a la historia de amor de la película, dicen que es muy breve y que se podría obviar. No me parece, finalmente, el zafarrancho lo termina de armar la mujer (típico). La escenas del romance no se acentúan, no es necesario, porque todas, lo aseguro, suspiramos por el héroe (gracias a los encuadres y primeros planos que le hacen a Blomm), y entendemos el camino de expiación que emprende ella para volverse digna de él.

viernes, mayo 06, 2005

Memorial de agravios (I parte)

En días pasados mis alumnos tuvieron que sopotar mis quejas. Así es la vida, tengo la fortuna de que se me pague por ser escuchada. He de decir que es un espacio privilegiado, conozco todo tipo de personas, nunca dejo de sorprenderme con sus vidas e historias personales y, además, en estos momentos de tan dificil escucha, es un refugio en el que se encuentran, a veces, oídos atentos. La docencia permite tocar vidas, a veces son roces sutiles, otras, ráfagas fugaces de las que no queda nada, con algunos se establece otro tipo de comunicación, algo que permitirá que uno "viva" en la memoria de esa persona. Solo por eso vale la pena enseñar, las penas son muchas, salarios malos, mucho trabajo que no es reconocido, alumnos nsoportables etc.. Pero, de repente, ocurre el milagro y todo cambia. Me gusta pensar que en un país tan convulsionado como este, en el que uno experimenta tanta impotencia, indiferencia y desazón hago mi pequeña contribución. Cuestionar, acompañar o simplemente escuchar a mis estudiantes es mi modesta labor... y creo que así se construye o mejora una comunidad pensante, crítica y respetuosa.
Sin embargo, la idea no era hablar de eso. En realidad mi interés era más prosaico, quería sentar mi protesta por ciertas cosas que me indignan. Por estos días, estoy ofendida con los videos musicales que se trasmiten en diferentes canales. Ni hablar de la riqueza musical o de las letras de la mayoría de las canciones, en general la cosa es para llorar y todo se podría resumir en : me haces falta; te perdí; no puedo vivir sin tí; y la peor, estás muy buena mami, y te daré lo que pides... En fin, independientemente de eso me tiene harta la saturación de caras de cantantes en muecas de simulación de extásis sexual. Francamente insoportable la mirada seductora, la boca entreabierta y las caderas bamboleantes mientras se tocan a sí mismas. De insinuación se pasó a la obviedad... Calzones al aire, brassieres descubiertos, gemidos.. ¿quién canta? todas se parecen: Britney, Cristina, o, lo peor, Shakira. Esa fue, probablemente, la gota que desbordó la copa. Ya había sido un impacto que de Pies descalzos pasará a danzas eróticas y que sin asomo de rumor cantara con el microfono entre las piernas pero bueno, se le perdonó.. pero la expresión de su rostro en su último video se convierte en una verdadera "tortura".



¿No hay nada más?, ¿de verdad todo se limita a los extertores del orgasmo? un instante rápido y efímero (lo que importa es lo que viene después). ¿El éxito en ventas radica en permitirle al publico visualizar la cara de la cantante en cuestión durante la exitación? ¿así se satisfacen los deseos? Qué se yo... pero el lugar común ya me tiene fuera de quicio.

martes, mayo 03, 2005

Coincidencias siniestras

El viernes pasado falleció en la Ciudad de México (lugar donde viví dos años), Mariana Levy. Ella era actriz y presentadora de televisión, y me bastó ver una de sus fotos para saber que alguna vez la había visto. Su muerte fue una sucesión de coincidencias siniestras, el caso es que se dirigía en su carro hacia un parque de diversiones en compañía de su marido y de sus tres hijos, cuando vió (dicen los últimos testimonios) un hombre armado. Ahora bien, el hombre no le apuntaba sino que tenía la pistola al cinto y la miró, al parecer estaba esperando poder atracar a los tripulantes de otro carro. La imagen debió ser muy impactante para Mariana porque de imediato se comenzó a sentir mal, el marido, precupado la llevó al hospital más cercano y un poco después le notificarían que su mujer estaba muerta. A Mariana la mató un infarto producido por el físco susto. La anecdota ni siquiera podría ser usada en alguna de las telenovelas que protagonizó ariana en vida por lo inverosímil que parece. Por estos días, y a eso voy, en El universal de México se podía ver una foto de Mariana en compañía de Eduardo Palomo, otro actor, fallecido hace un año.



A Palomo, protagonista de Corazón Salvaje y Ramona, lo mató un infarto en un restaurante frente a su esposa, cayó, literalmente, contra su plato de sopa. El periódico publica la foto de Mariana y Palomo casandose en una telenovela, no comentan nada, claro, pero se sobreentiende que ahora son compañeros en la muerte, en una muerte que los sorprendió jóvenes y se los llevó sin previo aviso. ´
Me es imposible no pensar en esas coincidencias intradscendentes que se anudan hasta producir desenlaces en apariencia inesperados. ¿Si Mariana no hubiera organizado ese paseo al parque ahora estaría viva?, ¿o lo estaría si el señor del carro de adelante no se hubiera detenido a comerse o un helado, o si su bebé de 8 meses no hubiera necesitado cambio de pañal antes de salir de casa? Quién sabe... a muchos les gusta pensar que sí, otros prefieren la clásica : era su día.


No puedo evitar pensar en la película Los amantes del círculo polar en la que los personajes terminan unidos tras pequeños malentendidos, casualidades aparentemente desconectadas entre sí. Después, los mismos elementos los separarán y entonces no volverán a encontrarse porque aunque coincidan en el mismo lugar no consiguen verse; el destino o lo que sea se empeña en que no se volteen en el momento justo o que las cartas no lleguen a tiempo. Ellos, incrédulos y esperanzados leen las señales que se topan e intentan torcerle el brazo a lo que parece predeterminado... Finalmente, no se puede saber si la predeterminación es amarse para siempre o la imposibilidad de estar juntos.


En fin, todo esto para decir que contemplar esa foto de Palomo y Mariana Levy me hace imposible no pensar en que mientras sonríen a la cámara, con la cabeza tal vez en otro lugar, no podían imaginar si quiera en lo mucho que se parecerían sus muertes.

sábado, abril 30, 2005

Breve reflexión sobre el blog

No puedo evitar ponerme a escribir de inmediato. Durante estos días había estado reflexionando mucho sobre la existencia de mi blog. ¿Qué es lo que deseo de él? en primera instancia lo visualicé únicamente como un espacio de reflexión sobre el cine y la literatura, un lugar en el que las discusiones en clase con mis alumnos pudieran continuar y en la que amigos, conocidos y extraños pudieran participar...
Cuando uno escribe siempre se imagina, o mejor dicho se pregunta por aquellos que leerán nuestro escrito. El blog me ha parecido extraño, el hecho de que inmediatamente quede publicado en la red me impresiona y maravilla. No puedo evitar pensar que la idea del artista incomprendido ha quedado, finalmente, sepultada por la realidad, por que ¿cómo vamos a decir que nadie nos entiende si podemos poner nuestros escritos a disposición de una cantidad de lectores? Claro, siempre puede pasar como lo discutía con mi amiga autora de www.pezesgordos.blogspot.com, que uno sea al que no llaman, ni invitan nunca en la “realidad” y corra la misma suerte en la red.(Se plantea aquí una cuestión interesante, ¿es otra la vida dentro de la red, somos los mismos dentro y afuera? Tema para otro blog) En fin, todo este larguero para decir que me he sorprendido mucho con los últimos comentarios a mis escritos porque han sido hechos por personas a las que no conozco. Ellos se han tomado el tiempo para leer y contestarme, yo, curiosa, visité sus blogs y por obra del ciberespacio hemos tenido una especie de conversación a destiempo y aunque en una calle nunca nos saludaríamos, de alguna manera, ya nos conocemos.

lunes, abril 25, 2005

Película recomendada de la semana: Billy Elliot


Director: Stephen Daldry
Año: 2002
País: United Kingdom
Categoria: Drama
Actores: Julie Walters
Gary Lewis
Jamie Draven
Jean Heywood

Billy Elliot narra una historia sencilla: un niño de 11 años, nacido en el seno de una familia de mineros en Inglaterra, descubre, de manera inesperada, su pasión por el ballet y decide, a pesar de un entorno contrario a eso, que desea bailar.
La película, a primera vista, parece entonces una historia de superación personal: el muchacho, a pesar de las adversidades y gracias a su perseverancia triunfa y logra lo que quiere, o mejor, hace realidad sus sueños. Hay de eso, ¿cómo negarlo?, pero la película va un poco más allá. La familia de Billy no solo ha superado diversas vicisitudes, la muerte de la madre por ejemplo, sino que además se enfrenta a la larga huelga de mineros que tuvo lugar en 1984 (la primer ministro Margaret Thatcher, en su momento, llamó a los huelguistas: el enemigo interno). Decididos a luchar por una mejor calidad de vida, el padre y el hermano de Billy, apoyan la huelga y aguantan lo inimaginable. La lucha les da una razón de vivir, un sentido de dignidad. A punta de protestas, marchas y fortaleza estos hombres están dispuestos a hacerse oír. Billy, aparentemente ajeno a esto, enfrenta su propia batalla, perseverar en sus clases de danza a las que asiste a escondidas. Estas dos luchas, tienen un punto en común, oponerse a un entorno hostil, buscar maneras de ser escuchado y ganar un sitio en la sociedad a la que se pertenece. Lo hermoso de la película, es que realiza un sencillo homenaje al arte y las manifestaciones estéticas como productoras de comunicación y herramientas de sublimación. Es a través de la danza que Billy conseguirá expresarse de manera efectiva, será capaz de aceptarse y aceptar a los otros en sus diferencias y se convertirá en vocero de una minoría deprimida. No hay final feliz estilo hollywoodense sino una aventura interna de búsqueda y afirmación que llega a feliz término e ilumina la existencia de un puñado de hombres.

martes, abril 19, 2005

Breve reflexión sobre la muerte

Quisiera reiniciar la actividad en la página para hablar un poco de la muerte que tocó, una vez más, a mi puerta. .
No pretendo hacer un análisis filosófico ni literario sobre el tema, ni más faltaba… Me contento con decir que es difícil acostumbrarse a su presencia aunque uno ya conozca sus señales. Es decir, hace unas semanas vi en la mirada de mi abuelo Carlos, la misma luminosidad que percibí hace años en los ojos de mi abuelo Guillermo. Durante la semana contemplé las fotos del Papa agonizante y era como ver a mi abuelo vestido de blanco. Ninguna muerte se parece, pero en esos dos ancianos sentí el mismo impulso de vivir que se negaba a abandonarlos, la necesidad de comunicarse hasta el final y, en sus últimas horas, tras hacer un amago de recuperación, la entrega al único futuro posible. En los dos casos ya eran sombras de lo que habían sido, ya era difícil reconocer en los rostros angulosos y desgastados sus antiguos gestos y, sin embargo, uno hubiera querido verlos unos años más. Un deseo egoísta claro, miserablemente egoísta, pero por qué no disfrutar un poco más de una sonrisa que se ilumina al verte y de una mano que estuvo junto a ti desde que tienes uso de razón. La muerte de los mayores, nuestros abuelos, nuestros padres conlleva de una u otra forma el temor de perder a aquellos que te protegían, ya sabes, cuando en la noche alguien te abrazaba y de verdad creías que nada malo podrá pasarte. ¿Al extinguirse los guardianes quién cuidará de nosotros? No deja de ser angustioso afrontar las adversidades del mundo, que son tantas y tan variadas, en solitario y con otros, más pequeños, que ahora toman tu mano esperando que alejes las pesadillas y los miedos.
Sé que la muerte me espera al final del recorrido, confieso que quisiera saltarme esa etapa, que desearía ahorrarme los pormenores de la extinción de mi conciencia (aunque la inmortalidad también me produce horror). Me cuesta imaginar un lugar atemporal en el que podría quedarme al infinito. No sé si mis seres queridos, tantos que he perdido, estén allí y de verdad uno pueda confiar en un reencuentro feliz, a veces eso me suena muy fácil. Por lo pronto, me aferro a mi vida, a mi pequeña vida… no me cuesta respirar en esta tierra de atardeceres amarillos, y libros por leer. He construido la existencia que deseaba para mí y no me quejo, o por lo menos intento no hacerlo todo el tiempo. Lo que sí sé es que el tiempo pasa rápido y que lo poco que se atesora es muy simple, sonrisas esporádicas, conversaciones felices, lecturas inolvidables, en resumidas momentos de feliz comunicación en los que se tiende un lazo hacia otro. Suena a lugar común, lo sé, pero son momentos esporádicos, raros, que de joven una deja pasar sin miramientos. Comunicarse, comunicación real, no la que venden por ahí o se enseña en las universidades es algo que ocurre muy pocas veces, me siento afortunada de seguir rodeada por personas que un día me escucharon y a las que me encanta oír. En últimas, esta pequeña reflexión quiere ser un homenaje a los vivos, a los que nos dan fuerzas para seguir hasta que nos encontremos con la muerte, esos vivos que aún pueden leer estas líneas. A los muertos, a esas ausencias cotidianas que son un dolor constante en el pecho supongo que ya no tengo que decirles nada porque espero que el regalo que nos depare nuestro paso al más allá sea habitar por siempre el corazón de quienes nos amaron.