domingo, febrero 24, 2008

El relámpago


En medio de la noche oscura irrumpe de repente el relámpago.
Pequeños avisos presagian su llegada, el aire se ha enrarecido un poco, una ligera electricidad circula, quizás hasta unas pequeñas gotas han resbalado por tu piel. Sin embargo, no lo intuyes, aparece de improvisto, veloz, rápido, contundente.
Es el relámpago que viene e ilumina todo y te carga de energía.
Brillante, fuerte, impetuoso, aparece en un sitio, luego, solo unos segundos después parece estallar casi a tu lado.
Es el relámpago… no sabes si llega porque sí o si alguna fuerza tuya, una necesidad desconocida, lo ha invocado.
Ilumina la noche con su descarga eléctrica, percibes todo con claridad.
Es el relámpago…
Hay hombres así.

(Ana y Alf un mes y medio de secuestro, sigue sin saberse nada)

jueves, febrero 21, 2008

Felipe



Cuando pienso en Felipe pienso en muchas cosas a la vez.
Pienso en las casualidades que terminan por no ser tan casuales como cuando lo vi entrar al stand de Alfaguara, en el que yo trabajaba, durante la Feria del libro. Me basta cerrar los ojos para verlo con su abrigo azul mirando libros, callado, serio, guapísimo. Me basta abrir algun cuaderno de esa época (1995) para encontrar su nombre entre las páginas y reconstruir una historia que nació un día en un stand y que necesitó tres visitas más de él y mi terca y absoluta autodeterminación de ir a buscarlo a la Nacional para empezar a ser una historia.
La primera vez que me tomé un café con Felipe hablamos de libros, de obsesiones, de películas como lo haríamos después tantas otras veces.
Almorzamos algunos días, nos sentamos en una banca del Parque Nacional a ver transeuntes despreocupados y tráficos secreto que yo ignoraba.
Ahí arrancó nuestra amistad aunque después de un viaje mío a Cuba los regalos se quedaron guardados y miré, sin entender mucho la cosa, la iguana amarilla que le había traído recoger polvo entre mis estantes.
Cuando pienso en Felipe recuerdo siempre nuestro segundo reencuentro, mejor, más intenso y vital (quién dijo que no eran buenas las segundas partes). Recuerdo los atardeceres en las Torres del Parque, las largas conversaciones, las caminatas y los planes disparatados siempre cargados de histrionismo, literatura y humor.
Recuerdo la promesa que nos hicimos en la Santamaría y el esfuerzo que a partir de entonces hemos hecho por mantenerla.
Fueron pasando los años y a pesar de la distancia hemos conseguido mantenernos unidos hilando esta hermandad extraña, nosotros que tenemos a dos madres nacidas el mismo día y con el mismo nombre, nosotros que crecimos solos y hemos llenado con palabras e historias el silencio.
Felipe ha estado junto a mí todo este tiempo acompañandome desde su trinchera, desde su castillo, desde su buhardilla, depende del día y de su estado anímico. Me ha retado, me ha querido, me ha hecho reir y llorar pero nunca jamás ha dejado de entregarme sus palabras, hasta hace poco que se silenció durante varias semanas....
Solo el sábado supe que casi lo pierdo, "que la parca le pasó cerca" como dice él y al rozarlo le ha dejado cicatrices imborrables.
Él apenas se recupera, yo aún no respiro tranquila de solo pensar que casi no vuelvo a recibir un mensaje suyo, a sentir su presencia distante pero presente junto a mí, más presente que otras que están tan cerca.
Casi lo pierdo.... casi se va....
Ahora estoy lejos y no puedo visitarlo y tomarle la mano en silencio y verlo sonreir. No puedo leerle una historia, acompañarlo a su casa o prepararle una taza de café.
Espero a que sea el fin de semana para escuchar su voz y confirmar que está vivo, que no se ha ido, que el aire sigue llenando sus pulmones, que volverá algún día a su casa así sea solo a recoger sus cosas y que empacará la iguana amarilla que le traje de Cuba y le entregué 11 años después.
Cuando pienso en Felipe, hoy que pienso en él, pienso en París y en nuestros días juntos allá, en los largos paseos y la dulzura de su cálida presencia.
espero que me sienta cerca y que escuche el secreto que le susurro al oído en su cama de hospital: "me alegra infinitamente que estés vivo"


sábado, febrero 09, 2008

Las palabras


Las palabras son seres vivos, mutantes, amfibios... nadan bajo profundas aguas, se mueven con dificultad en terrenos pantanosos y a veces son aéreas, volátiles rápidas.
¿Conocemos realmente a una persona cuando hablamos con ella?
Ahí estamos, escuchandola, sintiendola, intentando conocerla a través de esos seres coloridos que surgen de su boca y llegan hasta nosotros. Captamos apenas trozos de su interior, adaptamos lo que nos dice a nuestro discurso.
De estos efímeros momentos de comunicación surgen historias sorpresivas, momentos de descubrimiento, especies de alumbramientos del discurso en los que se construyen puentes.
Creemos que nos conectamos, creemos que el puente puede ser suficientemente fuerte para sostener el peso de lo que somos y hemos sido, creemos que la estructura es sólida y sostendrá nuestros sueños y esperanzas.
A veces nos equivocamos, caer nunca es agradable, descubrir que el puente no existía menos... duele reconstruir pedazos de roca, duele levantar andamios a medio hacer y duele más contemplar a las palabras sofocadas, ahogadas, desnudas sobre el andén muriendo lentamente.
Igual creo que no es tiempo perdido el que invertimos en construir, el que invertimos en reconocer a esos seres de colores que salen del otro e intentan acercarse a nosotros aunque sean espejismos, aunque sean algo diferente de lo que creemos al comienzo, aunque sean puñales que al final te hacen daño,aunque sean rosas que se secan en la madrugada con los primeros rayos de sol....
Ana y Alf: un mes de secuestro y no se sabe nada.

domingo, febrero 03, 2008

Más y más...

Superposición de días y de inquietudes...
La situación del país y el difícil compromiso que tenemos como ciudadanos de no callar ante tantas atrocidades, ante tanto dolor. Mañana es el día de salir a marchar y lo cierto es que todo el que ha querido ha manipulado el verdadero sentido de esta marcha. Lo de mañana no debería ser una acción progobierno si no simplemente un gesto de protesta ciudadana. Un gesto que contemple no solo a las FARC sino también a los paramilitares, a los políticos corruptos, a los abusos cometidos por cualquier institución contra la población indefensa. Es hora de decir No Más pero desde una conciencia clara y determinada no porque los medios nos dicen que debemos hacerlo.


Y mientras todo este sucede la vida continúa su transcurrir y subida en un avión hacia Cartagena tras horas de eterna espera David (de quién desconozco el apellido y que seguramente jamás leerá esto) me cuenta sus historias en el infierno que es El copey y me habla de los bombardeos nocturnos que escuchaba en el Arauca mientras realizaba su trabajo como ingeniero eléctrico. El avión atravesó varias turbulencias y en la mitad de una, através de la ventana solo vi la enorme luna llena que brillaba. Parecía la luz que nos muestra la finalización de un túnel oscuro. La imagen me pareció poderosa, sobrecogedora y ahora creo que fue un indicio, una especie de metáfora.

Hace ya muchos meses que regresando de la costa escuché la canción Más y más de Robie Draco Rosa en un momento que antecedió mucho dolor. Escuché esa canción y supe que hablaba de una historia de amor que ya no era mía y que estaba por terminar, desde entonces la suave cadencia de la voz de Draco y la sensualidad de esa canción me remitían a ese momento en el que me sentí ajena y triste.
Ya no es el caso, la canción se ha reinventado ante mis ojos y adquirido nuevos significados...
Aquí queda, por hoy, un pedazo de la letra insinuante de Más y más, este pedido de amor, esta entrega de amor y la habitación que se ha transformado en verde agua de mar, metáfora de la sensualidad, la ligereza y la profundidad.

Más, si te acercas un poquito más
me meterás, en ti;
más, si te sueño más
ya no podré dormir nunca jamás;
así susurrándome, tú te vienes a mí
y mi habitación se llenará
de verde agua de mar
verde que me pierde,
más y más si más te quiero, quiéreme
tú mucho más
más y más dentro de mí entrarás
más y más, tú más y más;
yo no sé cómo abrazarme a tus brazos
y no sufrir
voy por la vida pidiéndote un amor de suicida
así susurrándome tú te vienes a mí
más y más. si más te quiero quiéreme
tú mucho más
más y más dentro de mí entrarás


Cierro este domingo con un recorderis: Ana y Alf Onshus llevan ya tres semanas secuestrados y los medios parecen haberlos olvidado a ellos como a los otros miles que están perdidos en las selvas contra su voluntad.