miércoles, agosto 06, 2008

De viaje por India


(De nuevo escribo sin acentos)

Tal vez sea posible afirmar que el Taj Mahal es la imagen mas conocida de la India. Yo no me moria por ir, por lo mismo. Me daba pereza toda la sobreexposicion mediatica y sentia que su presencia ocultaba otras maravillas de este pais (eso si es cierto). Pero estaba bien de hacerse la dificil y lo cierto es que es imposible no perder el aliento frente a esta construccion, casi eterea, de marmol blanco. Es sin duda eso lo que mas impresiona, la ligereza de esta tumba monumental construida en honor de una esposa fallecida. Un monumento al amor, suave y delicado en el que parece sentirse todo el tiempo la presencia femenina.

Ya en lo anecdotico no deja de ser impresionante la oleada de visitantes que acude a visitarlo y, por lo menos mientras yo estuve, en su mayoria eran indios. Mujeres con sus coloridos saris se veian preciosas al lado de las grandes paredes blancas.

No muy lejos del Taj se encuentra el Fuerte rojo que sirvio de prision para Shah Jahan y desde ahi contemplo, durante 8 anos, la hermosa construccion que hizo en memoria de su esposa.

Viajar por India es muchas cosas pero es, sobre todo, sumergirse en la historia y sentirla viva y en movimiento.

No deja de admirarme la coexistencia de tantas y variadas religiones y el hecho de que todas hagan presencia en este vasto territorio.

En la India no se ven demostraciones de afecto en la calle entre las parejas pero si es frecuente ver a los hombres musulmanes tomados de la mano carinosamente o abrazados caminando por las calles.

Por un lado estan las mujeres cubiertas con sus burkas, mas alla las otras, hermosas con sus saris y sus kurtas. Las representaciones incontables de Shiva, Ganesh y el vasto panteon hindu cohabitan con Buda, Jesus, Mahoma y las estrellas de Bollywood venerados casi como deidades. India es un pais ritualista, lleno de ceremonias y creencias, con un pensamiento magico que subsiste mientas desarrolla tecnologias de punta. Un pais de palacios vistosos y pobreza extrema, esa que conocemos tan bien en latinoamerica. A veces tengo la sensacion de que aqui todo es desmesurado y potente como si fuera lo mismo, lo que ya conozco en Colombia pero multiplicado por mil... el desorden vehicular, los sabores de la comida en los que cada bocado es una mezcla de diversas especias, los sucesos inexplicables.

No deja de extranar,y maravillar, la multiplicidad de lenguas que son habladas y aqui, en el estado de Tamil Nadu es facil encontrar personas que hablan 5 diferentes idiomas y como si eso fuera poco con alfabetos distintos.

En Mahabalipuram el mar llega hasta a una pequena playa con restaurantes coloridos y barquitas de madera. Al lado de las palmeras y este ritmo que podria ser el de cualquier pueblo costero de Colombia se levantan construcciones en piedra grabada del siglo VII despues de Cristo. Ganesh, ese dios mitad humano, mitad elefante recibe tributos en diferentes partes mientras los turistas recorren lentamente las calles de este pueblo.

domingo, agosto 03, 2008

Tarde en Nueva Dehli


Tras innumerables horas de avion, 5 despegues y aterrizajes y cruzar medio planeta es posible encontrarse sentada frente a un computador de teclas negras (de lo sucias) con un ventilador potente contrarrestando el calor humedo, sin poder poner tildes, en plena Nueva Dehli.
En un dia en Nueva Dehli es posible comtemplar una tumba hecha en 1500 DC caminar por verdes jardines y de repente toparse unos elefantes que estan cortando las ramas de los arboles. Mas adelante, hay una mezquita inundada de fieles en medio de una calle tumultosa en la que es posible perderse entre el olor de incienso, los multiples mendigos y las pilas de basura. Un rickshaw y pocas cuadras despues los arboles llenos de flores se levantan frente a balcones soleados donde transitan hermosas mujeres con saris, nosotras nos detenemos porque vemos que hay una fiesta y a la entrada de la casa hay dos enormes elefantes decorados que tienen como mision limpiar la alfombra roja por la cual ingresan los invitados. Nos quedamos un rato alli, maravilladas con esos animales gigantes, los segundos que vemos en un mismo dia. Miramos como tontas y entonces pasa un hombre en bicicleta con unos micos grandes amarrados que corren tras el. Nos vamos tras un rato envueltas en el calor humedo de una tarde que transcurre lenta, aqui en Nueva Dehli.