miércoles, noviembre 10, 2010

Las mujeres somos así....

(Fotografía Edward Weston)

A veces me pregunto cómo se verá el mundo desde una cabeza masculina.

Si por unos minutos se me concediera la posibilidad de ser hombre ¿vería muchas cosas distintas?, ¿tendría fantásticas revelaciones?

No lo sé, creo, eso sí, y no sé por qué, que descansaría un poco. Tengo la idea, tal vez descabellada, de que si mi cabeza está todo el tiempo llena de cosas, de voces, de pensamientos, de cosas por hacer es porque tengo una cabeza de mujer. Un día como el de hoy, un día en soledad apenas si lo siento porque nunca estoy sola cuando no veo a nadie o, por lo menos, nunca en silencio. Siento que hablo y me contesto, me contestan esas múltiples voces que me habitan.

Sin embargo, no es esto lo más agotador, finalmente, con los años me he acostumbrado a la conferencia permanente que se vive a diario en mi cabeza. Lo más agotador es que ser mujer no parece ser algo que ocurre naturalmente, una condición con la que se nace sino un largo y dispendioso oficio al que no se puede renunciar y del que siempre hay algo nuevo por aprender.

En la actualidad me sorprende el bombardeo mediático sobre lo femenino. Hay mujeres en todas partes, todo el tiempo, nos usan para vender todo tipo de productos que van desde todo lo relacionado con la “higiene femenina”, pasando por todos los productos de limpieza o cocina para el hogar y terminando con cuadernos, carros, el consabido licor y un sin fin de cosas más.

Lo que nos hace tan versátiles es una mezcla extraña. Mientras muchas publicidades explotan nuestro lado maternal, dulce y dedicado a las faenas del hogar (sacrificadas por la familia: “Hey tú, piensa en tu mamá y dale una licuadora, una lavadora etc.); otras se dedican a mostrar nuestro cuerpo y convertirlo en un lugar de deseo, es más, las mujeres en esas publicidades parecen solo querer despertar pasiones, libido. En un día normal veo muchas veces tetas (y no son las mías), están por todas partes, muchas carecen de cara o poco importa ponerle un nombre. No diré que todas parecen gustar igual, por lo menos en la publicidad, porque se privilegian las grandes, las redondas, esas que casi no se mueven. A parte de ese bombardeo basta prender un radio para escuchar que al parecer las mujeres queremos gasolina, candela, fuego, que nos peguen, que nos den, que nos azoten y, en fin, todas esas variantes que llegan a lo mismo. Sin contar las múltiples cantantes que gimen en las canciones y cuyos videos, aún los románticos, deben incluir una toma a las nalgas, al abdomen tonificado, al escote profundo y algún movimiento sensual; cuerpos mojados, expuestos y, ¿por qué no? algo original, un dedo introduciéndose provocativo en la boca pintada de rojo ¿acaso alguien lo ha hecho?.

A todo esto se le suma, este fin de semana, ¿o ha sido todo el mes? Las reinas de belleza, las discusiones minuciosas sobre todas las partes de su cuerpo, los titulares sobre celulitis, estrías, acompañados de las discusiones de las presentadoras, que también fueron reinas, sobre el tema.

Y pareciera que esa fuera la otra esfera de lo femenino, el chisme, el cuchicheo, la crítica. Nos llevan a estar mirándonos y comparándonos todo el tiempo, nos ponen cuotas por cumplir: sé buena hija, buena novia, buena esposa, buena amante, buena madre, buena ama de casa, buena profesional… ¿a quién podemos quedarle mal de esa larga lista sin ser juzgadas o, por lo menos, sentirnos así?

Nos hacen pensar que hacernos desear es casi un deber, un requisito, pero cuidado porque si te desean demasiado quizás te pasen cosas malas y, lo sentimos, pero eso será culpa tuya.

Nos escandalizan las mujeres tapadas del medio oriente pero nos quedamos indiferentes ante la desnudez por la desnudez, a la avalancha de productos para consumir que incluyen mujeres, a la idea escandalosa, a mi modo de ver, que para hacerse visible, sin importar la causa, es necesario salir a desnudarse. Digo esto último pensando en la aún reciente campaña de María Fernanda Valencia para la cámara en la que ofreció desnudarse si salía elegida. No es fácil darse a conocer, alegaba ella, y esta puede ser una manera de hacerlo. Yo diría que efectivamente se daría a conocer, cómo no, de una manera muy íntima y particular pero ¿qué tiene que ver eso con un proyecto político? Tantos años de lucha por reivindicaciones de derechos parecen llegar a que ahora podemos mostrar las tetas sin tapujos y que así podremos obtener muchas cosas. La idea de las actrices colombianas de desnudarse de la cintura para arriba de ser aprobada la ley Fanny Mickey, a pesar de ser una causa noble, me pareció igualmente fuera de lugar. ¿Por qué no se desnudaron los actores también?

Finalmente, es difícil de entender qué se espera al fin de cuentas de nosotras. Es difícil, también, calcular qué tanto daño ha hecho ese ideal femenino actual, extraña mezcla de puta dulce y capaz.

jueves, septiembre 02, 2010

De lo que se encuentra uno en el periódico

Leo hoy en la edición en internet de El Espectador las siguientes frases, correspondientes a un artículo sobre la actriz Kathy Saénz:

"Es mediodía. Es agosto. Su hijo Amador entra hoy al jardín. Su esposo el actor Sebastián Martínez quiere llevarlo, a como dé lugar. Horas antes han puesto una bomba en Bogotá. Kathy está radiante. Come fresas."

Las negrillas, la particular puntuación, todo pertenece al texto original. Normalmente, me resigno en silencio y no protesto pero esta vez no pude quedarme callada. Está bien, el que escribió el artículo quiere sonar moderno y, por qué no, un tanto intelectual jugando con frases cortas y desconectadas. Está bien. Se permite además hablar, durante el artículo, del terapeuta que ayuda a Kathy a "resolver sus pedos" vocabulario que no molestaría en una columna de opinión de un joven desenfadado o en la transcripción literal de una respuesta dada oralmente pero que francamente rechina, así sea lo que comentó ella (me reservo mis comentarios ante esta chocolocura), al ponerlo dentro de un párrafo narrativo pensado para ser publicado en un medio periódistico . Pero bueno, eso hasta me lo paso pero que alguien me explique la secuencia de ideas y, ante todo, el porqué de la refencia a la bomba de Bogotá. Yo sé que el dramático incidente tuvo lugar ese día pero qué tiene que ver con lo que se está contando. ¿Acaso por eso Sebastián Martínez quiere llevar a su hijo al jardín?, ¿teme por él? Sin embargo, de ser eso cierto ¿cómo así que Kathy está radiante y come fresas? Poner esas frases unas tras otras solo se presta a malentendidos, sobre todo lo digo por la imagen tan fuerte e indolente de ella comiendo fresas tras la bomba, como si nada.
Sé que no era la intención del artículo ni me parecería justo juzgar a Kathy Saénz por él, ni más faltaba, pero no pueda dejar de pensar que en este artículo superficial y banal que lee uno para nada, por quemar unos minutos, sirve de ejemplo para ilustrar el profundo abismo que existe en el país entre lo que sucede y la reacción de muchos de sus habitantes al respecto.

sábado, agosto 28, 2010

El origen- Inception

Acabo de subir una reseña sobre la última película de Nolan, Inception, traducida como El origen, en ochoymedio. Decidí no quitarle ningún punto en la clasificación haciendo lo contrario que muchos de los críticos que he leído. Intento justificar mis razones en la reseña aunque lo hago bastante rápido. En suma no quise hacerlo porque no quería "castigar" una película que consigue habitar en la cabeza de muchos de los espectadores que la ven. Me gusta la idea de que la película funciona como lo que plantea la historia un poco como si al interior del que la ve se sembraran una suerte de dudas e inquietudes, que esto se pueda calificar de tonto o trivial lo entiendo pero no lo comparto.
Me gustan las historias que se quedan habitándome por varios días y que me llevan a nuevas preguntas o se quedan dando vueltas alrededor de las que usualmente hago complementándolas y alimentándolas. No es fácil encontrar historias que produzcan eso y muchas se evaporan al cabo de unos días y toca hacer esfuerzos para rescatarlas de la memoria.
No me sucede eso con las historias escritas y dirigidas por Nolan, quizás muchos de los temas que lo obsesionan me son cercanos y me atraen esos hombres atribulados que buscan desesperadamente redimirse. Hombres solitarios que han perdido todo lo que amaban y que se mueven motivados por una única obsesión que los guía y que varía dependiendo del personaje.

miércoles, agosto 25, 2010

Cerati

LLevo semanas pensando en la entrada que quería dedicarle a Cerati. Tras años de vivir escuchando su música, viendo sus presentaciones en Bogotá, que solían ser numerosas, es difícil imaginarlo acostado en una cama, inconsciente.
Las redes se inundan de mensajes de apoyo producidos por artistas reconocidos (como lo hizo Shakira en el día de hoy), no solo estos escriben mensajes diarios para él, sus fanáticos regados por el planeta lo hacen con insistencia. De seguro a muchos de ellos les ocurre como a mí que me cuesta escuchar su música desde que él se encuentra en coma porque, de repente, todas esa letras que están cargadas de recuerdos y sentidos tienen todas el mismo dejo de tristeza y melancolía.
Tal vez lo peor es saberlo detenido, inmóvil, él que fue puro movimiento. De seguro no hubiera escogido esa suerte para sí mismo. Ahora depende de otros para continuar vivo, paradójica suerte de alguien que escogió vivir en el límite, en la búsqueda, lejos de la rutina y la dependencia.
Fui a muchos de sus conciertos, como la vez que lo vi casi desde atrás batiendo sus brazos como alas mientras cantaba La ciudad de la furia, hace tantos años que pareciera ser otra vida.
Hace un tiempo tuve la posibilidad de cruzar con él unas palabras, durante una de sus visitas a Bogotá, no me cayó muy bien durante esos pocos segundos y no me gustó que esa imagen real tomara el lugar de la otra que yo había creado a través de los años, una imagen compuesta de música y letras que no necesitaba nada más para existir en mi vida y acompañarme. El contacto que establecemos con una obra, puede, por creces, superar el que tendríamos con el autor de la misma (Ribeyro ya lo había dicho mejor en uno de sus cuentos).
Sea como sea pienso mucho en él. No le escribo mensaje en las redes creadas con ese fin pero de tanto en tanto entro en su página oficial, leo el parte médico, la última novedad, y no puedo evitar sentir que la historia ya está escrita y que no habrá final feliz para este caso. Escucho su música con ese sentimiento extraño de nostalgia anticipada por todas las canciones que siento ya no podrán salir de sus labios. Lamento ser fatídica y me siento mal por eso pero el panorama se ve desalentador.
El once de agosto Cerati cumplió años, le deseo que esté atrapado en un sueño hermoso y tranquilo, donde escuche la música que le guste y las cargas de este mundo ya no existan.

Alguna vez caminé por la séptima con un regalo para él bajo el brazo que dejé en la recepción de algún hotel y que quién sabe si alguna vez recibió. Por todo lo que pensé durante ese recorrido, por lo mucho que le latió el corazón a esa que fui mientras entregué el paquete y la emoción insólita que sentí durante uno de los conciertos de Soda en el coliseo cubierto, solo por eso Cerati,(a quién prefiero recordar así) se merece mis mejores deseos y mi agradecimiento infinito.

jueves, julio 08, 2010

Una tragedia

Hace un mes leí la historia de un estudiante bogotano de 11 años que se ahogó durante un paseo escolar. Al parecer Robinson Mendoza se lanzó por un rodadero a una piscina en Silvania. Los padres exigen se investigue arduamente el caso para determinar con claridad qué ocurrió y por qué (un doloroso por qué) los profesores desatendieron al niño aunque este no sabía nadar.

No sé qué más habrá pasado con el caso, no encuentro información en internet y no deja de ser inquietante que al buscar información sobre este niño me he encontrado muchos casos similares ocurridos en diferentes partes.

El drama que vive su familia debe ser terrible, no lo dudo ni por un instante, perder un hijo en esas circunstancias tan trágicas debe remover todo tipo de sentimientos. Sin embargo, si escribo ahora sobre el caso es porque he pensado mucho en los profesores e intento imaginarme su historia. Entiendo que los padres del niño los juzguen severamente pero no dudo que ellos también deben estar pasándola muy mal. Al leer la noticia sé que muchas personas no dudaran en creerlos culpables en imaginarse que seguro estaban haciendo “quién sabe qué” mientras los niños estaban descuidados a pesar de que supieran que varios de ellos, como Robinson, no sabían nadar. Sin embargo, yo no puedo evitar contarme otra historia, quizás falsa, en la que ese paseo a Silvania logró llevarse a cabo tras muchos esfuerzos y variadas reuniones con la ilusión de llevar a los niños a otro clima a convivir en un lugar alejado de la gran ciudad por unas horas y de repente, sin saber mucho cómo, ni a qué horas, se enfrentaron al hecho de que Robinson se había ahogado. Me imagino el terror, el dolor y la culpa de ver un niño, un alumno, que estaba bajo nuestra responsabilidad ahogado frente a nosotros. Ni pensar en cómo tuvieron que controlar a los otros niños mientras esperaban aún, que no fuera cierto, que se pudiera salvar y al final, tomaron aire para realizar la llamada fatídica y avisar del trágico suceso. No me imagino lo que han sido las noches desde entonces, la manera cómo habrán revivido ciertos momentos una y otra vez creyendo que una decisión diferente en algún momento hubiera podido cambiarlo todo.

Creo que ciertas tragedias tienen la facultad de arrastrar a muchos como avalanchas imparables. Creo que el dolor y la culpa poseen numerosas posibilidades y ocasiones fértiles para aparecer e instalarse; creo que en una historia como esta son muchos los que quedan marcados por su sino trágico cuyas historias y sufrimiento no podemos tan siquiera imaginar.

sábado, junio 05, 2010

En Blanco y negro


Murió Gary Coleman a los 42 años. Es difícil no leer la noticia y pensar en el niño protagonista de Blanco y negro, es difícil no hacerlo porque, por lo menos en mi caso, es el único recuerdo que tengo de este actor. Fueron muchos episodios los que vi de esa familia cuasi perfecta, no solo era el único ejemplo de familia interracial que tenía en la televisón sino que, además, todo era muy divertido y amoroso en ese apartamento de ricos a donde llegaron a vivir dos hermanos huérfanos y encontaron, lo que parecía un destino mejor. No siempre eran fáciles las cosas para Arnold y Willis y en medio de situaciones jocosas se planteaban cómo encajar en una nueva familia con la que tenían tantas diferencias. Al personaje de Arnold lo recuerdo hablando con su pescadito (¿no se llamaba Lincon? ¿estoy equivocada?), divagando en soledad en su cuarto; era sobre él, sin duda, que recaía el peso y la coherencia de la serie, simpático, creativo, cuestionador, yo creía, de verdad, que era un niño y cuando supe que era un adulto no lo podía creer. Fue uno de esos chismes que algun compañero me dijo un día, en esa época sin internet, ni google, en la que uno podía decir "no puede ser ¿seguro?, ¿dónde vió eso?". Cuando confirmé la historia me pareció macabra, Gary Coleman era un adulto atrapado en un cuerpo de niño... lo único bueno es que ser eso le permitía darle vida a ese niño avivato y lúcido. Estos días he pensado en adultos que se han quedado interpretando niños para sobrevivir: como María Antonieta de las Nieves quien interpreta a la Chilindrina o Xavier López que lleva años siendo Chabelo en México. No puedo evitar que me embargue una extraña sensación cuando veo a estos últimos en algún medio, es que no deja de ser raro ver a estos niños grandes y viejos, a estos infantes de pata de gallina y manos manchadas, con sus medias recogidas, y su ropa infantil. Hay algo un poco antinatural en todo eso, un deseo de congelar el tiempo pero este no lo permite, se resiste y nos deja consternados ante los niños viejos.

No este el caso de Gary Coleman, a él, interpretar un niño le permitía ser actor, ¿cómo ser galán cuando se mide 1.42? Fueron días de gloria los de Coleman pero, como a tantos otros, esa oportunidad se le convirtió en una pesadilla.

En estos días lo que más me impresionó fue una entrevista del actor dada a un medio colombiano diciendo que se arrepiente de su participación en la serie, que quisiera no haberla hecho nunca. Paradojicamente eso que hizo que ocupara un espacio en la memorioa de gente tan distante a él como lo puedo ser yo es lo que él quisiera borrar. Así que es dificil no conmoverse un poco ante la tragedia de esa vida extraña, de esa niñez en la adultez que trae el reconocimiento, el dinero y tras de sí la ruina y la derrota. Hoy, mientras escribo esto, su cuerpo sigue sin poder ser enterrado porque se enfrentan las distintas partes que tienen intereses sobre él. Ya no queda dinero para pelear, pero parece, que al igual que los buitres, pelearse por un pedazo de carne sigue siendo un buen motivo.

No creo que sea un héroe, ni tan solo una víctima, de seguro contribuyo con mano firme a la debacle de muchos momentos de su vida, pero si me parece que se encarnan en él diversas paradojas de la sociedad actual.

lunes, abril 12, 2010

YO y TÚ

Es raro cuando uno habla de uno mismo (así con esta reiteración en el uno). Alguien hace una pregunta cualquiera, ¿qué te gusta comer?, ¿qué película te gusta?, ¿cómo eras a los 15?, y ahí estamos construyendo un retrato nuestro con palabras intentando explicar lo que no nos hemos explicado a nosotros mismos, edificando con cuidado nuestra imagen: a mí me gusta.., yo siempre..., yo nunca.... Yo. De tanto oirme hay cosas que casi me creo, a veces no sé si las cosas que digo las digo para autoconvencerme, para contarme esa historia que me gusta. Nuestros amigos más viejos conocen muchas de nuestras historias, recuerdan algunas con mayor claridad que nosotros, otras las han modificado a su antojo apropiándose de ellas (a veces incluyendose). Nada mejor que ese momento en el que uno escucha una historia que cree recordar bien y el otro la cuenta tan distinto, tan disatinto, cambian los colores las perspectivas, las circunstancias y hasta la visión que uno tenía de sí mismo. Tú eras así... ati nunca te gustó... tú pensabas... Tú.
Ese yo y ese tú a veces son muy distantes....

viernes, febrero 19, 2010

La prostitución en la literatura latinoamericana, una reflexión a vuelo de pájaro

En México, durante el siglo XVII, Sor Juana Inés de la Cruz escribió en su poema “Hombres necios” sobre el que ha sido llamado “el oficio más viejo del mundo” destaco uno de los versos más conocidos de dicho poema: “¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga o el que paga por pecar?” Sor Juana pretendía, como lo indica desde el título, llamar la atención sobre la doble moral que se aplica muchas veces ante el tema de la prostitución en la que se suele castigar, estigmatizar o rechazar a quienes la practican pero poco o nada ocurre con aquellos que se benefician de este servicio.
Podemos citar este poema como un primer ejemplo de cómo numerosos escritores han utilizado sus plumas para hablar de la prostitución, del intercambio de dinero por favores sexuales, siendo, así la literatura un espacio en el que se ha podido abordar este hecho desde diferentes y variadas perspectivas.

Roberto Arlt, escritor argentino, publicó en 1929 la particular novela Los siete locos, las prostitutas están allí presentes en el texto, son compañeras, amantes incondicionales, y ante todo piezas indispensables en la revolución social que planea realizar El Astrólogo uno de los personajes más impactantes del libro, ayudado por una red de burdeles a todo lo largo del país. La idea es socavar, de una vez por todas y desde sus cimientos, una sociedad excluyente, sin sentido que ha conseguido enajenar al hombre de sí mismo.
¿Qué se nos viene a la cabeza cuando pensamos en prostitutas? ¿Quizás oscuridad, pobreza sordidez? Mario Vargas Llosa se encargará de proporcionar una nueva mirada sobre ese estereotipo tejido alrededor de la prostitución. En su primera gran novela La ciudad y los perros (1962) los cadetes del Leoncio Prado parecen solo encontrar sosiego en la visita al barrio de los burdeles y en particular a la famosa “Pies Dorados” quien con dulzura y sabiduría inicia a estos jóvenes que están apenas aprendiendo a ser hombres en las artes amatorias. Más adelante, en su autobiografía titulada El pez en el agua (1991), Vargas Llosa dirá que esta prostituta realmente existió y que su leyenda perduró por varias generaciones de cadetes que la recordaron siempre con respeto, admiración y nostalgia. En otra de las novelas de este escritor peruano Pantaleón y las visitadoras (1973) el protagonista es Pantaleón Pantoja, un militar enviado a lo profundo de la selva para organizar la satisfacción sexual de los militares. Serio y organizado Pantaleón se encargará de organizar “visitas”, establecerá turnos, en fin, se valdrá de la disciplina castrense para que todo el mundo se vea beneficiado. La obra está escrita con mucho humor y es difícil no reírse con las ocurrencias de Pantoja.
Álvaro Mutis, el reconocido escritor colombiano, abordó una idea similar en Ilona llega con la lluvia (1988) cuando el incansable Maqroll decide, en un momento particular de la saga de este personaje compuesta por siete novelas, que se quedará un rato en un solo lugar y manejará un burdel en Panamá junto a su amiga Ilona. La particularidad de este burdel radica en el hecho de que las prostitutas se harán pasar por azafatas de reconocidas aerolíneas. El burdel se convierte en un lugar donde Maqroll consigue detenerse, probar un poco de cotidianidad junto a Ilona y la posibilidad de un amor fuerte e intenso pero carente de compromisos y pertenencias que se teje entre los dos y ofrece, a los clientes de su negocio, el sueño de entregarse al placer, de alcanzar el cielo, si se quiere con estas mujeres que supuestamente lo cruzan para vivir. Gracias a los personajes que visitan el burdel vemos cómo este se convierte en un espacio de desahogo, encuentro e ilusión porque para muchos hombres, como lo señala Vargas Llosa, el burdel puede ser el lugar donde finalmente cae la máscara y el hombre se encuentra desnudo en cuerpo y alma frente a esa mujer que no está ahí para exigirle nada, que no espera nada y que solo pretende complacerlo.
Gabriel García Márquez aborda en varias de sus novelas el tema de la prostitución en La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada (1972) es el castigo impuesto, es la fatalidad que se lleva encima. Eréndira lleva años esclavizada por su abuela quien la acusa de haberle quemado su casa y la obliga a ir de pueblo en pueblo prostituyéndose para pagar la deuda adquirida. El lector rápidamente entiende que esa deuda es infinita y que no le bastará a la Cándida una vida entera para saldarla mientras los hombres se agolpan en su puerta. En este texto la prostitución está impuesta e impide la realización de un destino personal, a la Cándida solo podrá rescatarla el amor y García Márquez mostrará como esta mujer, frágil, delgada que parece un pajarito desamparado conseguirá despertar amor entre algunos de los hombres que la visitan como el episodio narrado en Cien años de soledad (1967) cuando Aureliano Buendía se cruza con la Cándida (no es extraño que algunos libros de García Márquez tengan lazos entre sí) y está dispuesto a liberarla de su aciago castigo pero se la llevan antes de que él lo consiga.En la novela El amor en los tiempos del cólera (1985) el protagonista encontrará en los prostíbulos, acompañado de las parejas y sus ruidos, la tranquilidad necesaria para trabajar hecho que sabemos el autor toma de su vida real; efectivamente, García Márquez contó en varias oportunidades que en esos lugares conseguía cuartos baratos y la posibilidad de no sentirse tan solo mientras tecleaba su máquina de escribir acompañado de todo tipo de ruidos.
En publicaciones colombianas más recientes Mario Mendoza y Santiago Gamboa se refieren a la prostitución. En el primero, esta usualmente está vinculada con la sociedad que no queremos ver, con las zonas oscuras de una ciudad que aunque las queramos ignorar están allí devorando todo a su alrededor, zonas donde los incautos o aquellos que se aventuran se pierden para no volver. Para Gamboa, en Perder es cuestión de método(1997) Quica, la prostituta, se convierte en la aliada y el apoyo incondicional del personaje Víctor Silampa enfrentado a un caso de corrupción, asesinatos y desapariciones.Pecadoras, aliadas, amantes incondicionales, condenadas, aventureras, felices o amargadas, las prostitutas aparecen de diversas y variadas maneras en la literatura latinoamericana. A muchos escritores les seducen las historias que se tejen en los burdeles y sus alrededores y no se cansan de explorar las múltiples facetas que encierra este negocio como lo demuestran los ejemplos proporcionados en esta reflexión.
Me aventuraría ,en este punto a decir que quizás, esta fascinación se deba a que en la prostitución el hombre encuentra una posibilidad insólita, aquella que implica sentir que una mujer está dispuesta a todo por él, a satisfacerlo y doblegarse, y que por un momento, uno corto y muchas veces costoso, él se levantará como rey del universo de ese espacio que comparte con ella, sus deseos serán órdenes, la obediencia estará garantizada y después, solo después, regresará a su mundo de anonimato e insignificancia donde las cosas, de seguro, no suceden siempre así.

miércoles, febrero 10, 2010

Shine on you crazy diamond

Quizás el comentario que más escucho cuando comento que trabajo con adolescentes es el clásico: los jóvenes de ahora son terribles, no como los de antes....
En días como hoy tengo sentimientos variados hacia esa apreciación que se hace tan a la ligera. Lo primero que un adulto debería entender es que los jóvenes de hoy son un producto de los adultos de hoy. Se suele ver la cosa por separado y la realidad no funciona así, los jóvenes se encuentran estrechamente vinculados a los adultos necesitan su dinero, sus permisos y aprobación o desaprobación y cargan las cadenas y miedos de sus mayores.
Ante los excesos, el sedentarismo, el abuso de ciertos artefactos eléctricos, debe mirarse siempre hacia arriba, al adulto que ha permitido, facilitado o concertado esa situación.
Lo segundo es que basta acercarse un tanto para descubrir que la juventud siempre es la misma. Ahí está la mirada curiosa, los ojos abiertos y expectantes. Yo los veía hoy y me impresionaba con lo talentosos que pueden ser, con la fuerza para luchar por ciertas cosas, por la camadería que existe entre ellos. Siempre que pasa esto siento que hay esperanzas, que no todo está perdido que la juventusd es siempre esa promesa eterna de que habrán cambios, de que llegará un amor gigante a sacudir el mundo y hacer que tambaleen los cimientos. Que quizás, solo quizás algunos retomen los caminos que se han comenzado a trazar y después se han perdido y entonces reinará la luz por encima de las tinieblas. Trabajar con adolescentes es un escenario privilegiado porque los ojos que te miran, los de estos por lo menos, no lo de todos, aún no están contaminados de mucho dolor y decepción, están allí llenos de fuerza con la idea de lo que creen ser apenas esbozándose como esos esclavos de Miguel Angel que están en Italia y que dicen están inacabados porque apenas se ve la fiigura bajo el bloque de piedra( no como los del Louvre que se ven tan perfectos), esos esclavos se parecen a mis adolescentes.... ¿Qué será de ellos? ¿Se descubrirán perdedores, cobardes, incapaces de realizar sus sueños? ¿Terminarán doblegados, con el pelo corto, habiendo olvidado lo que los hacia vibrar y suspirar? ¿perderán el brillo? Yo no le deseo eso a ninguno de ellos, ojalá no conozcan los vericuetos oscuros del alma a los que algunos ya empiezan a asomarse, ojalá pudieran verse con los ojos del tiempo y ver lo mucho que brillan hoy, ojalá se pudieran ver...






viernes, enero 29, 2010

El HAY (Cartagena 2010)

Cartagena...
Cartagena es muchas cosas,como cualquier lugar, y más esta ciudad que ha vivido innumerables cambios y, sobre todo, se ha convertido en un lugar de encuentro de culturas, de diferencias y escenario de numerosos eventos culturales a lo largo del año.
Para mí, hace ya un tiempo que Cartagena es Hay Festival, es decir, la posibilidad de caminar por sus calles a la espera de un conversatorio interesante, tener una hoja en blanco para anotar alguna referencia que me guste, que me sirva, que resuene en mi interior.
Las veces que he venido he escuchado historias que me han gustado, descubierto escritores que me han seducido con su voz y después con sus escritos, he recorrido también el camino inverso, la desilusión en donde había expectativas, pero nunca me he arrepentido de venir.
A veces vengo y falto a una o varias conferencias, y me quedo con las boletas en los bolsillos,
porque la vida, para mí, vibra a veces más fuerte que otra cosa y me enredo en una conversación, en alguna calle, y no me importa porque todo pueden ser historias cuando el mundo se vislumbra como un gran libro abierto.
Muchos critican al Hay, lo ven como un gran evento esnobista, puede serlo, ¿cuántas cosas no podrían tener ese calificativo? Yo, por mi parte, creo que hacen esfuerzos grandes por vincular a un mayor número de personas cada año, y que se abren, cada vez más, eventos paralelos al exterior de las murallas en los que varios escritores acceden a localidades usualmente alejadas de lo que ocurre de las murallas para dentro. Probablemente no sea suficientemente. También es cierto que hay mucho de vanidad, de dejarse ver y ser visto, pero es que la gente que es así lo es en todas partes: en la conferencia em Bogotá, en el coctel de "amigos"o haciendo fila en Granahorrar.
A mí me gusta que es una gran fiesta, no deja de conmoverme que un teatro se llene para escuchar a alguien cuyo trabajo consiste en estar solo frente a una hoja de papel. No deja de sorprenderme que se vendan muchos libros durante esos días, que se ponga un tanto de moda leer y que alguna gente considere importante hablar de novelas y libros por unas horas.
Leer y escribir son placeres inmensamente solitarios y de pronto, como por un milagro, acompañados por la magia de una ciudad restaurada para producir magia uno siente, o quiere creer, que en realidad somos muchos, que se puede hablar de libros mientras se almuerza, se toma un mojito o baila una canción, uno siente que la literatura es como un gran corazón latiendo y palpitante, extraño con tantos ventrículos y venas, no siempre hermoso, tan solitario en medio de la oscuridad del pecho, pero, sobre todo, nunca estático, nunca quieto, y siempre haciendo circular vida.

miércoles, enero 20, 2010

El hijo de Dupin


Sherlock Holmes es, sin duda, uno de esos personajes literarios que han saltado de la literatura y han adquirido vida propia. Poco importa si alguien ha leído o no alguno de los libros de Arthur Conan Doyle (o si sabe que existe) probablemente de Holmes sí ha oído hablar, o más que eso, tiene una idea de cómo debe ser: alto, delgado, acompañado de su pipa, y, claro, resolviendo todo tipo de misterios. La figura de Holmes ha inspirado cientos de personajes y adaptaciones como es el caso de la exitosa serie televisiva Doctor House en la que este doctor comparte varias de las características de nuestro investigador inglés, empezando por la más evidente y necesaria, su poder de deducción que le permite esclarecer los casos más difíciles.
Si hago esta introducción es para intentar explicar que ver cualquier cosa que incluya Holmes implica, de antemano, se quiera o no, una serie de ideas preconcebidas.
Es por esto que creo que hay diferentes tipos de espectadores que irán a ver la más reciente película de Guy Ritchie y dependerá de la mirada con la que se sienten que podrán o no disfrutar de esta película. Aquel que poco o nada sabe del investigador, que lo ha escuchado mencionar (pero no mucho) y que en realidad va a verla porque se oye bien, porque el reparto promete o porque conoce otras películas del director creo que no se verá decepcionado. La película de Ritchie es una bien lograda película de acción en la que seguimos a los héroes corriendo diversas aventuras, habrá explosiones, persecuciones, misterios acompañados de una narración ágil y moderna. Ritchie sabrá sacarle el jugo al hecho de que Holmes sea un gran boxeador (como se plantea en las novelas) y mostrará esta faceta de su personalidad en varios momentos.
Por otro lado está el que, sin ser fanático, tiene una idea más elaborada del personaje (no por ella cierta) y que corre el riesgo de verse desilusionado (como he leído en varias críticas) por el hecho de que la película privilegie la acción por encima del desarrollo de los personajes y se empecine en mostrar los aspectos negativos de sus protagonistas. “Podría haber sido una película sobre cualquiera, ¿por qué usar a Holmes?” critican algunos.
Mi caso es particular, no he leído las novelas de Conan Doyle pero no he escapado al mito y he visto varias adaptaciones; sin embargo, al que conozco bien es al papá de este detective, el primer detective de la tradición literaria de occdidente: Auguste Dupin creado por el increíble Edgar Allan Poe al que le bastaron tres cuentos para inaugurar el género policiaco.
Dupin es el analista perfecto, al igual que Holmes, a ellos no se les escapan detalles y eso, es sin duda lo más atractivo de estos hombres que entienden el mundo a través del intelecto lo que los hace, cómo no, ser seres a los que les cuesta relacionarse con los otros y llevar vidas “normales”. Dupin es así, es por eso que este Holmes excéntrico, solitario, cínico me cayó tan bien y me parece completamente creíble (como el doctor House). Son hombres que seducen con su inteligencia pero que son un desastre en la cotidianidad (como el mismo Poe) y que por eso necesitan de estos compañeros incondicionales, como el narrador de las historias de Dupin, que lo acompaña siempre o el leal Watson, que algo obviamente deben tener para querer estar al lado de seres tan complejos, a quienes admiran profundamente.
Me parece que la película de Ritchie recupera ese tono oscuro que es tan evidente en la creación de Poe y que quisiera pensar comparte Conan Doyle (no podemos olvidar que Holmes consume cocaína en los libros, gusta de tocar violín a horas no muy adecuadas y pasar largo tiempo aislado). Quizás esto explique por qué el escogido para protagonizar a Holmes fue Robet Downey Jr y no un actor alargado y flemático, ¿quién mejor que Downey Jr, que tanto ha padecido el tema, para interpretar a alguien con zonas oscuras, con vicios que no puede detener? Jude Law, por su parte, interpreta un Watson elegante que sin perder nunca la incondicionalidad por Holmes sabe ponerle límites, reírse de la situación y está también debatiéndose con sus debilidades, como lo es su vicio en las apuestas.
¿Podría ser cualquier película de acción? Es posible. Yo le abono quitarle la pipa a Holmes y devolvernos a ese detective sin camisa, golpeado, herido, un tanto sucio que investiga, no por el dinero, no por un afán de justicia sino por el placer inmenso que le implica descifrar enigmas. Me gusta pensar que algo de Dupin hay allí, en las pesadas cortinas cerradas, en los aires desvariados de ese Holmes interpretado por Downey y temeroso de perder a Watson. La puerta quedó abierta para más películas, sin duda alguna, y no puedo dejar de pensar que Holmes se convertirá en una suerte de nuevo superhéroe oscuro, como Batman, de esos que actúan en las tinieblas sin ningún reconocimiento y sin ansias de aparecer.
No se trata pues de una obra de arte, ni de una película de acción, su función, creo es inaugurar ese mundo del detective y preparar nuevas entregas, esperemos que se afinen detalles y que nos deparen largas horas de entretenimiento.


Reseña publicada en http://www.ochoymedio.info/

miércoles, enero 13, 2010

Kim Peek hermano de Ireneo Funes


"más recuerdos tengo yo solo que todos los hombres desde que el mundo es mundo"
"Funes el memorioso", Jorge Luis Borges

Leí el artículo publicado en la revista Semana sobre el fallecimiento de Kim Peek y se menciona que este fue la inspiración para el persona de Dustin Hoffman en Rain man. Mientras leía más sobre este hombre y su cerebro asombroso y extraño no podía dejar de pensar en Ireneo Funes, el personaje creado por Borges en su cuento " Funes el memorioso".
Leo que Kim Peek recordaba el 98% de lo que leía, si a esto se le suma que podía leer 8 libros en un día, ni se diga. Podía memorizar desde el directorio telefónico hasta el más complejo de los libros. Todo quedaba almacenado en su cerebro como cuenta Borges que le ocurrió a Funes tras sufrir un accidente.
Lo interesante de este paralelo es que Kim Peek era completamente dependiente, no podía ni vestrirse solo y de una u otra manera su cerebro solo le permitía almacenar información, no podía analizar lo que sabía o entenderlo a cabalidad, podía recitarlo y podía cruzar información, es decir, si uno le otorgaba su fecha de nacimiento el podía saber qué día del año fue, o decir, con solo la dirección, el nombre de los vecinos que se tenían o tuvieron en el pasado (gracias a tener memorizados los directorios telefónicos).
Tal vez, estar frente a él suponía el mismo temor que experimentó el personaje Borges frente a Ireneo ¿qué decir? ¿cómo decirlo, si sé que mi interlocutor lo recordará absolutanente todo después?
Finalmente, la historia de Kim Peek termina por causar tristeza y demuestra, como tan bien lo hizo Borges en muchos de sus cuentos, que lo que se consideran grandes dones terminan por convertirse en desgracias. En este caso se podría ver la diferencia entre memoria e inteligencia, por ejemplo, y también, recordar, la importancia y necesidad del olvido. Quizás el infinito almacenamiento es lo que impide el desarrollo de todo lo demás, la posibilidad, finalmente de llevar una vida normal.
Por otra parte, el texto de Borges también habla, de cómo el olvido es necesario para la subsistencia, recordarlo todo, absolutamente todo, nos hermana con las máquinas, nos aleja del humano, ciertos olvidos son absolutamente necesarios, entre ellos, hasta el olvido de uno mismo (que es según Borges, lo que necesitamos hacer cada noche para poder dormir).

Viajando por carretera

Viajar por carretera en Colombia permite, además de maravillarse con paisajes variados y distintos disfrutar, a plenitud, parte de nuestro folclor, idiosincracia y claro, inventiva e ingenio nacional.
Es imposible no ver los puentes que se tejen entre diferentes culturas y cómo, finalmente, el tercer mundo se hermana. Muchas calles de pueblos de Sucre me hacían pensar en la India, claro, con menos gente y sin templos milenarios emergiendo en medio del comercio informal, pero ahí está el desorden multicolor, los rickshaw en sus versión tradicional y el motorizado con decoraciones parecidas, la comida exhibida en la calle, las pailas humeantes, las personas en motocicleta sin casco pero sí con niños, bebés, cajas y todo lo que se pueda transportar (y represente un peligro).
Además de las comparaciones puede uno ver las múltiples ocupaciones variopintas que surgen: como los muchachos que están ubicados a la entrada de Aguachica listos a esperar a los conductores de vehículos particulares y perseguirlos en ciclas o motos para ofrecerles diferentes tipos de alojamiento (esto, en realidad, también hace pensar en India). Así que no es raro circular varias cuadras con una pequeña horda de muchachos intentando convencerte de seguirte hacia algún lugar.
En la playa te ofrecen helados, rosquillas, paletas, tamales, collares, ropa, trencitas y masajes. En Riohacha puedes pagar por tener una silla frente al mar que incluye parlante gigante detrás de donde irradia el sonido con el que podrás acallar el ruido de las olas y relajarte (supongo). Si la música de un sitio no te gusta, no te preocupes que en la playa pública podrás encontrar uno al lado del otro varios lugares de estos compitiendo por atraer clientela (la mezcla de todas las músicas produce, creo yo, casi que un nuevo género). De la increíble suciedad que se ve en la playa de Riohacha me dieron una respuesta que supongo buscaban lógica: la basura es importante porque si no ¿qué recogerían los que trabajan en eso? así que botar basura en la playa es darle trabajo a alguien, mira tú, hay que informar mejor a los ambientalistas.
LLegando al Plato, Magdalena, te ofrecen, sobre la vía y al lado del peaje, tortugas de todos los tamaños y aves exóticas dispuestas en unas prácticas cajas con malla que permiten llevárselas a cualquier parte y que, podrán imaginarse, brindan las condiciones aptas para estos animalitos (de eso también deberían estar informados los ambientalistas).
En cada policía acostado de cada pueblito es posible abastacerse sin necesidad de parar de cualquier cosa: agua, gaseosa, jugo, gatorade, café caliente, arepa de huevo, salpicón o maduro recién asado con queso, sin contar, claro, con las frutas típicas de la región.
Finalmente anotaré algunas muestras de ortografía: un aviso oficial que prevenía sobre la necesidad de disminuir la velocidad: DISMINULLA LA VELOCIDAD. Más adelante se veía un MONTAYANTAS (yo propongo un intercambio que sería de mucha utilidad).
En los mejores nombres me quedo con el hotel Hola Inn (al lado del mar por supuesto)
La gallera: El repelúz
Fuera de lugar están los nombres de Moteles a la salida de ciertos de pueblos estilo: La paz ( ¿por qué no?)
La pazzión (bien insistente)
y, el mejor: La mentira (me pareció, de lejos el nombre más inquietante y perverso, mientras los otros intentan hacer enfásis en lo que se busca en u lugar de estos con nombres como: La cita, El amor, El refugio, el Edén o se hacen promesas: Estáxis, amor eterno, etc.. este va directo al grano)