viernes, enero 29, 2010

El HAY (Cartagena 2010)

Cartagena...
Cartagena es muchas cosas,como cualquier lugar, y más esta ciudad que ha vivido innumerables cambios y, sobre todo, se ha convertido en un lugar de encuentro de culturas, de diferencias y escenario de numerosos eventos culturales a lo largo del año.
Para mí, hace ya un tiempo que Cartagena es Hay Festival, es decir, la posibilidad de caminar por sus calles a la espera de un conversatorio interesante, tener una hoja en blanco para anotar alguna referencia que me guste, que me sirva, que resuene en mi interior.
Las veces que he venido he escuchado historias que me han gustado, descubierto escritores que me han seducido con su voz y después con sus escritos, he recorrido también el camino inverso, la desilusión en donde había expectativas, pero nunca me he arrepentido de venir.
A veces vengo y falto a una o varias conferencias, y me quedo con las boletas en los bolsillos,
porque la vida, para mí, vibra a veces más fuerte que otra cosa y me enredo en una conversación, en alguna calle, y no me importa porque todo pueden ser historias cuando el mundo se vislumbra como un gran libro abierto.
Muchos critican al Hay, lo ven como un gran evento esnobista, puede serlo, ¿cuántas cosas no podrían tener ese calificativo? Yo, por mi parte, creo que hacen esfuerzos grandes por vincular a un mayor número de personas cada año, y que se abren, cada vez más, eventos paralelos al exterior de las murallas en los que varios escritores acceden a localidades usualmente alejadas de lo que ocurre de las murallas para dentro. Probablemente no sea suficientemente. También es cierto que hay mucho de vanidad, de dejarse ver y ser visto, pero es que la gente que es así lo es en todas partes: en la conferencia em Bogotá, en el coctel de "amigos"o haciendo fila en Granahorrar.
A mí me gusta que es una gran fiesta, no deja de conmoverme que un teatro se llene para escuchar a alguien cuyo trabajo consiste en estar solo frente a una hoja de papel. No deja de sorprenderme que se vendan muchos libros durante esos días, que se ponga un tanto de moda leer y que alguna gente considere importante hablar de novelas y libros por unas horas.
Leer y escribir son placeres inmensamente solitarios y de pronto, como por un milagro, acompañados por la magia de una ciudad restaurada para producir magia uno siente, o quiere creer, que en realidad somos muchos, que se puede hablar de libros mientras se almuerza, se toma un mojito o baila una canción, uno siente que la literatura es como un gran corazón latiendo y palpitante, extraño con tantos ventrículos y venas, no siempre hermoso, tan solitario en medio de la oscuridad del pecho, pero, sobre todo, nunca estático, nunca quieto, y siempre haciendo circular vida.

miércoles, enero 20, 2010

El hijo de Dupin


Sherlock Holmes es, sin duda, uno de esos personajes literarios que han saltado de la literatura y han adquirido vida propia. Poco importa si alguien ha leído o no alguno de los libros de Arthur Conan Doyle (o si sabe que existe) probablemente de Holmes sí ha oído hablar, o más que eso, tiene una idea de cómo debe ser: alto, delgado, acompañado de su pipa, y, claro, resolviendo todo tipo de misterios. La figura de Holmes ha inspirado cientos de personajes y adaptaciones como es el caso de la exitosa serie televisiva Doctor House en la que este doctor comparte varias de las características de nuestro investigador inglés, empezando por la más evidente y necesaria, su poder de deducción que le permite esclarecer los casos más difíciles.
Si hago esta introducción es para intentar explicar que ver cualquier cosa que incluya Holmes implica, de antemano, se quiera o no, una serie de ideas preconcebidas.
Es por esto que creo que hay diferentes tipos de espectadores que irán a ver la más reciente película de Guy Ritchie y dependerá de la mirada con la que se sienten que podrán o no disfrutar de esta película. Aquel que poco o nada sabe del investigador, que lo ha escuchado mencionar (pero no mucho) y que en realidad va a verla porque se oye bien, porque el reparto promete o porque conoce otras películas del director creo que no se verá decepcionado. La película de Ritchie es una bien lograda película de acción en la que seguimos a los héroes corriendo diversas aventuras, habrá explosiones, persecuciones, misterios acompañados de una narración ágil y moderna. Ritchie sabrá sacarle el jugo al hecho de que Holmes sea un gran boxeador (como se plantea en las novelas) y mostrará esta faceta de su personalidad en varios momentos.
Por otro lado está el que, sin ser fanático, tiene una idea más elaborada del personaje (no por ella cierta) y que corre el riesgo de verse desilusionado (como he leído en varias críticas) por el hecho de que la película privilegie la acción por encima del desarrollo de los personajes y se empecine en mostrar los aspectos negativos de sus protagonistas. “Podría haber sido una película sobre cualquiera, ¿por qué usar a Holmes?” critican algunos.
Mi caso es particular, no he leído las novelas de Conan Doyle pero no he escapado al mito y he visto varias adaptaciones; sin embargo, al que conozco bien es al papá de este detective, el primer detective de la tradición literaria de occdidente: Auguste Dupin creado por el increíble Edgar Allan Poe al que le bastaron tres cuentos para inaugurar el género policiaco.
Dupin es el analista perfecto, al igual que Holmes, a ellos no se les escapan detalles y eso, es sin duda lo más atractivo de estos hombres que entienden el mundo a través del intelecto lo que los hace, cómo no, ser seres a los que les cuesta relacionarse con los otros y llevar vidas “normales”. Dupin es así, es por eso que este Holmes excéntrico, solitario, cínico me cayó tan bien y me parece completamente creíble (como el doctor House). Son hombres que seducen con su inteligencia pero que son un desastre en la cotidianidad (como el mismo Poe) y que por eso necesitan de estos compañeros incondicionales, como el narrador de las historias de Dupin, que lo acompaña siempre o el leal Watson, que algo obviamente deben tener para querer estar al lado de seres tan complejos, a quienes admiran profundamente.
Me parece que la película de Ritchie recupera ese tono oscuro que es tan evidente en la creación de Poe y que quisiera pensar comparte Conan Doyle (no podemos olvidar que Holmes consume cocaína en los libros, gusta de tocar violín a horas no muy adecuadas y pasar largo tiempo aislado). Quizás esto explique por qué el escogido para protagonizar a Holmes fue Robet Downey Jr y no un actor alargado y flemático, ¿quién mejor que Downey Jr, que tanto ha padecido el tema, para interpretar a alguien con zonas oscuras, con vicios que no puede detener? Jude Law, por su parte, interpreta un Watson elegante que sin perder nunca la incondicionalidad por Holmes sabe ponerle límites, reírse de la situación y está también debatiéndose con sus debilidades, como lo es su vicio en las apuestas.
¿Podría ser cualquier película de acción? Es posible. Yo le abono quitarle la pipa a Holmes y devolvernos a ese detective sin camisa, golpeado, herido, un tanto sucio que investiga, no por el dinero, no por un afán de justicia sino por el placer inmenso que le implica descifrar enigmas. Me gusta pensar que algo de Dupin hay allí, en las pesadas cortinas cerradas, en los aires desvariados de ese Holmes interpretado por Downey y temeroso de perder a Watson. La puerta quedó abierta para más películas, sin duda alguna, y no puedo dejar de pensar que Holmes se convertirá en una suerte de nuevo superhéroe oscuro, como Batman, de esos que actúan en las tinieblas sin ningún reconocimiento y sin ansias de aparecer.
No se trata pues de una obra de arte, ni de una película de acción, su función, creo es inaugurar ese mundo del detective y preparar nuevas entregas, esperemos que se afinen detalles y que nos deparen largas horas de entretenimiento.


Reseña publicada en http://www.ochoymedio.info/

miércoles, enero 13, 2010

Kim Peek hermano de Ireneo Funes


"más recuerdos tengo yo solo que todos los hombres desde que el mundo es mundo"
"Funes el memorioso", Jorge Luis Borges

Leí el artículo publicado en la revista Semana sobre el fallecimiento de Kim Peek y se menciona que este fue la inspiración para el persona de Dustin Hoffman en Rain man. Mientras leía más sobre este hombre y su cerebro asombroso y extraño no podía dejar de pensar en Ireneo Funes, el personaje creado por Borges en su cuento " Funes el memorioso".
Leo que Kim Peek recordaba el 98% de lo que leía, si a esto se le suma que podía leer 8 libros en un día, ni se diga. Podía memorizar desde el directorio telefónico hasta el más complejo de los libros. Todo quedaba almacenado en su cerebro como cuenta Borges que le ocurrió a Funes tras sufrir un accidente.
Lo interesante de este paralelo es que Kim Peek era completamente dependiente, no podía ni vestrirse solo y de una u otra manera su cerebro solo le permitía almacenar información, no podía analizar lo que sabía o entenderlo a cabalidad, podía recitarlo y podía cruzar información, es decir, si uno le otorgaba su fecha de nacimiento el podía saber qué día del año fue, o decir, con solo la dirección, el nombre de los vecinos que se tenían o tuvieron en el pasado (gracias a tener memorizados los directorios telefónicos).
Tal vez, estar frente a él suponía el mismo temor que experimentó el personaje Borges frente a Ireneo ¿qué decir? ¿cómo decirlo, si sé que mi interlocutor lo recordará absolutanente todo después?
Finalmente, la historia de Kim Peek termina por causar tristeza y demuestra, como tan bien lo hizo Borges en muchos de sus cuentos, que lo que se consideran grandes dones terminan por convertirse en desgracias. En este caso se podría ver la diferencia entre memoria e inteligencia, por ejemplo, y también, recordar, la importancia y necesidad del olvido. Quizás el infinito almacenamiento es lo que impide el desarrollo de todo lo demás, la posibilidad, finalmente de llevar una vida normal.
Por otra parte, el texto de Borges también habla, de cómo el olvido es necesario para la subsistencia, recordarlo todo, absolutamente todo, nos hermana con las máquinas, nos aleja del humano, ciertos olvidos son absolutamente necesarios, entre ellos, hasta el olvido de uno mismo (que es según Borges, lo que necesitamos hacer cada noche para poder dormir).

Viajando por carretera

Viajar por carretera en Colombia permite, además de maravillarse con paisajes variados y distintos disfrutar, a plenitud, parte de nuestro folclor, idiosincracia y claro, inventiva e ingenio nacional.
Es imposible no ver los puentes que se tejen entre diferentes culturas y cómo, finalmente, el tercer mundo se hermana. Muchas calles de pueblos de Sucre me hacían pensar en la India, claro, con menos gente y sin templos milenarios emergiendo en medio del comercio informal, pero ahí está el desorden multicolor, los rickshaw en sus versión tradicional y el motorizado con decoraciones parecidas, la comida exhibida en la calle, las pailas humeantes, las personas en motocicleta sin casco pero sí con niños, bebés, cajas y todo lo que se pueda transportar (y represente un peligro).
Además de las comparaciones puede uno ver las múltiples ocupaciones variopintas que surgen: como los muchachos que están ubicados a la entrada de Aguachica listos a esperar a los conductores de vehículos particulares y perseguirlos en ciclas o motos para ofrecerles diferentes tipos de alojamiento (esto, en realidad, también hace pensar en India). Así que no es raro circular varias cuadras con una pequeña horda de muchachos intentando convencerte de seguirte hacia algún lugar.
En la playa te ofrecen helados, rosquillas, paletas, tamales, collares, ropa, trencitas y masajes. En Riohacha puedes pagar por tener una silla frente al mar que incluye parlante gigante detrás de donde irradia el sonido con el que podrás acallar el ruido de las olas y relajarte (supongo). Si la música de un sitio no te gusta, no te preocupes que en la playa pública podrás encontrar uno al lado del otro varios lugares de estos compitiendo por atraer clientela (la mezcla de todas las músicas produce, creo yo, casi que un nuevo género). De la increíble suciedad que se ve en la playa de Riohacha me dieron una respuesta que supongo buscaban lógica: la basura es importante porque si no ¿qué recogerían los que trabajan en eso? así que botar basura en la playa es darle trabajo a alguien, mira tú, hay que informar mejor a los ambientalistas.
LLegando al Plato, Magdalena, te ofrecen, sobre la vía y al lado del peaje, tortugas de todos los tamaños y aves exóticas dispuestas en unas prácticas cajas con malla que permiten llevárselas a cualquier parte y que, podrán imaginarse, brindan las condiciones aptas para estos animalitos (de eso también deberían estar informados los ambientalistas).
En cada policía acostado de cada pueblito es posible abastacerse sin necesidad de parar de cualquier cosa: agua, gaseosa, jugo, gatorade, café caliente, arepa de huevo, salpicón o maduro recién asado con queso, sin contar, claro, con las frutas típicas de la región.
Finalmente anotaré algunas muestras de ortografía: un aviso oficial que prevenía sobre la necesidad de disminuir la velocidad: DISMINULLA LA VELOCIDAD. Más adelante se veía un MONTAYANTAS (yo propongo un intercambio que sería de mucha utilidad).
En los mejores nombres me quedo con el hotel Hola Inn (al lado del mar por supuesto)
La gallera: El repelúz
Fuera de lugar están los nombres de Moteles a la salida de ciertos de pueblos estilo: La paz ( ¿por qué no?)
La pazzión (bien insistente)
y, el mejor: La mentira (me pareció, de lejos el nombre más inquietante y perverso, mientras los otros intentan hacer enfásis en lo que se busca en u lugar de estos con nombres como: La cita, El amor, El refugio, el Edén o se hacen promesas: Estáxis, amor eterno, etc.. este va directo al grano)