lunes, abril 30, 2007

Sobre las posibilidades

Una de mis obsesiones cotidianas son las múltiples y variadas posibilidades que ofrece un día cualquiera. Caminas por ahí, ves un rostro familiar ¿saludas o pasas de largo? Hagas lo que hagas me es difícil no pensar en las puertas que se abrieron y en las inevitables que fueron cerradas. Me sucede con los encuentros, con las caras conocidas, con esos pequeños giros gestos o saludos que podrían, pueden, pudieron cambiarlo todo.
A veces pienso, lugar común, que las cosas hubieran sido mejores sí..., diferentes sí... no me dura mucho la sugestión porque me gusta ver la sucesión de acontecimientos que me ha hecho quién soy y pensar que, por lo menos, en esas fracciones de segundo la decisión ha sido mía y que yo he fraguado mi destino por encima de klos azares y los oscuros designios de las parcas.

3 comentarios:

Fabio Parra Beltrán dijo...

Que buena reflexiòn la tuya... te felicito.
La vida es una posiblidad suprema compuesta por varias rutas que podemos tomar. Finalmente solo conceremos una y fantansiaremos con las otras, las que no quisimos seguir. Lo importante al final de todo es mantener bellos recuerdos que aliemente en el baul de la memoria que se abre en la adultez y que nos permite ser felices.

Anónimo dijo...

ohh por favor, comenta en mi marivilloso blog, sobre las maravillosas y profundas discusiones de primer nivel que surgen de mis posts!!

mundochacal.blogspot.com

SePerezR dijo...

La ventaja es que esas puertas, las cerradas y las abiertas, uno se la pasa mirándolas y volviéndolas a mirar y se las vuelve a cruzar de innumerables maneras en el laberinto de la vida, y cuando te enfrentas a ellas una y otra vez, al cabo de tanto experimentar, descubres que al único lugar que te llevan es a descubrirte a ti misma. Y cierto que la decisión siempre ha sido tuya pero sin saberlo tenías un hilo conductor. Sin saberlo abriste aquellas que te harían quien eres hoy en la medida de tus posibilidades reales de cada instante y por lo tanto es esa la que quieres ser. Más que aquella que aparece en todos esos otros sueños o fantasmas que te rondan. Porque las cosas que tienen valor para uno están escondidas en la mirada de quienes amamos y las cosas (buenas y malas) que nos hicieron descubrir la experiencia de la vida. Creo que es muy interesante el ejercicio de mirar lo que se ha hecho con esas puertas y descubrir de pronto si hubo un “porque”, y ver que finalmente todo esto fue el resultado de lo insospechable que fue el haber estado vivo.