jueves, octubre 25, 2007

El silencio cómplice

Tal vez una de las cosas más terribles (una entre tantas) que se pueden ver es cuando una clase decide atacar sin ninguna conmiseración a un profesor.
Ejemplos hay muchos y variados. Entre sus recuerdos de juventud Mario Vargas LLosa comenta en el capítulo titulado "El cadete de la suerte" de El pez en el agua, que en una ocasión tuvieron a un profesor (que entre otras era un gran poeta peruano pero eso lo descubrió Llosa años después) y que los alumnos gozaban, en ese ambiente de masculinidad y agresión, intimidando a ese ser sensible y diferente a ellos.
En mis épocas de colegio la víctima (una de tantas) fue un profesor de inglés en el que pienso frecuentemente con sentimientos de culpabilidad y vergüenza. A él literalmente le hacían un infierno cada hora de clase. Chistes irrespetuosos, salidas de clase a escondidas, risas sin control, sonidos de animales que interrumpían continuamente todo, robo de exámenes, etc, etc.. él se molestaba, se ofendía, intentaba dialogar en diferentes tonos, amenazaba furiosamente con castigos(no servía de nada) y lo peor era cuando hablaba con la voz quebrada, los ojos aguados porque esa impotencia no conmovía a nadie.
Yo no participaba activamente en las diferentes actitudes acosadoras pero tampoco me enfrentaba a mis compañeros. Callaba frente al dolor de mi profesor y con mi silencio apoyaba a los que se lo causaban.
Desde que soy profesora he pensado mucho en él, en últimas muchas veces temí enfrentarme a un grupo por miedo a sufrir un trato semejante porque vi cómo no existía, al parecer, mecanismo de control que pudiera detener esa situación.
A pequeña escala esto ilustra perfectamente lo que ocurre cuando muchos se unen para atacar a otro, cuando el ser humano se une en manada para "cazar" y oprimi y humillar a otro se convierten en virtudes. Estoy segura de que muchos de los que estaban allí son sensibles al dolor humano y no quisieran causar daño voluntariaremente a nadie pero la situación exacerbaba los ánimos que es lo que ocurre cuando se siente el poder de aprovecharse de un débil, y más si se es apoyado incondicionalmente por otros para hacerlo.
A veces los humanos solo estamos esperando ser azuzados para atacar entonces nos sumamos a una ofensa, contamos chistes racistas, nos burlamos sátiricamente, ingresamos a algun grupo de facebook para denigrar de alguien, insultamos en algun foro... las opciones son múltiples, lo primordial es sentirme por un rato superior.
Desde este espacio que de seguro jamás leerá le pido disculpas a mi profesor por mi silencio cómplice, por tantas lágrimas derramadas durante su estadía en este país y por haber participado en la jauría que decidió exterminarlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Diani,

Leo esto y me conmuevo profundamente, pues me siento igual. Pero ademas, por que seguimos haciendo eso con el projimo, con el planeta tierra, con el agua....
Creo que el unirse para atacar a otro, a demas de estar relacionado con sentirme superior, asi sea una ilusion momentanea, esta sobre todo relacionado con una inmensa sensacion de soledad, de escision, asi es que unamonos, sintamonos parte de algo... un grupo, el que sea, para lo que sea... sin darnos cuenta que al herir a otro, solo nos estamos hiriendo a nosotros mismos.... UNI-VERSO, eso es lo que somos, pero no lo hemos podido comprender....

Geko dijo...

Te recomiendo veas la pelicula "Linea Mortal" actor principal D. Southerland.
No dejes de verla