Pues sí, no tengo muchos días en la ciudad y de seguro no veré lo más importante, y de seguro me dirán que tiré mi plata que "cómo no fuiste a...", "cómo no hiciste....". Seguro, seguro.... lo que sí es cierto es que he tenido una experiencia personal e intensa con la ciudad. He tenido la fortuna de conocverla de la mano de personas que la han hecho su casa y así, de esa manera intima la he vivido. Lo he tenido todo, fiesta en la casa, salida al bar y salida de fiesta. Yo, hija de la "hora zanahoria" cabeceo mientras llega la hora de salir porque a fiesta empieza cuando en mi tierra ya está acabando. Pero no crean, me repongo pronto y me sorprendo de ir en un bus a las 12 de la noche, entre semana, compartiendo silla con la señora de edad elegante, (mi abuela no saldría a la calle a esa hora en Bogotá). Me gusta esta ciudad viva y despierta en la noche. Caminamos y caminamos y los porteños son felices diciendote cosdas, haciendote propuestas. Siempre me pasa lo mismo, pienso "pero no son tan guapos, qué va... pura fama" y tras ese pensamiento siempre se materializa alguno que me quita el aire... Es que ni siquiera es cuestión de que me gusten, es que se siente uno enamorado inmediatamente... claro, así de rápido pasa pero devuelven la fe, como un milagro, como un ángel... como una aparición divina.
Esas son las noches en Buenos Aires, a mí me ha tocado buena música, buenas presencias, buenos aires...
viernes, octubre 27, 2006
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